Terapia contra la Hepatitis C según el genotipo

A juicio del especialista en vías digestivas y jefe de la sección de Hepatología del hospital de Valencia, España, Moisés Diago, el virus de la hepatitis C ha evolucionado de forma diferente en cada región del planeta, precisando que de los seis genotipos que existen de esta enfermedad, la respuesta a los tratamientos farmacológicos con cada uno de ellos varía significativamente.

"Mientras que en América y Europa predominan los genotipos 1 y 2. El genotipo 3 proviene de Asia, pero se han producido brotes en América y Europa; el de tipo 4 corresponde a Egipto y África. Los de nomenclatura 5 y 6 son los menos estudiados y se han presentado en áreas menos desarrolladas", explicó el galeno.

Diago, señaló que los genotipos 1 y 4 responden con más lentitud a la terapia con interferón. En estos casos por tanto, la duración estándar de terapia farmacológica es de 48 semanas, mientras que para los genotipos 2 y 3 es posible reducir el período a la mitad. El médico indicó que el interferón pegilado puede curar a 50% de las personas infectadas con el genotipo 1 y hasta 80% de los pacientes que tienen los genotipos 2 ó 3.

La Hepatitis C es una enfermedad que afecta el hígado y suele ser asintomática. Pueden transcurrir 40 años o más entre el momento del contagio y el inicio de las molestias y fallas del órgano. Una de las características más resaltantes de la patología es que a largo plazo puede incidir en el desarrollo de cáncer o cirrosis hepática; sin embargo, sólo 4% de los pacientes desarrollan la primera complicación y hasta uno de cada cuatro presenta la segunda.

El especialista en hepatología enfatizó la importancia del diagnóstico temprano y la adherencia al tratamiento para lograr la erradicación de la enfermedad. También llamó la atención respecto a la necesidad de mantener óptimas condiciones de higiene en los centros de salud, ya que la hepatitis C puede transmitirse por compartir jeringas, al recibir transfusiones de sangre o al entrar en contacto con utensilios médicos cuyas condiciones de esterilidad son deficientes.

Además del tratamiento farmacológico, es importante que los pacientes lleven una vida sana: no ingerir alcohol, no fumar, tener una alimentación balanceada, hacer ejercicios y mantener el peso. Lo contrario implicaría un aumento de grasa en el hígado, que puede incrementar la progresión de la enfermedad.

Nueva Prensa de Guayana - enero 2011 - nota completa

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