Solo entre un 5% y un 10% de los pacientes hepáticos reciben tratamiento antiviral

Madrid - El VHC causa hasta 4.700 muertes al año y es responsable de gran parte de los casos de cáncer hepático y trasplantes
En la actualidad, entre el cinco y el diez por ciento de los pacientes infectados por el virus de la hepatitis C (VHC) están en tratamiento. Algunos estudios llegan a concretar las cifras y estiman que, en 2010, solo 9.800 de los cerca de 167.300 personas diagnosticadas recibieron tratamiento. Una escasa cifra teniendo en cuenta que esta patología supone un problema de gran magnitud —hoy en día, cerca de 900.000 personas son portadoras del virus en España—por sus implicaciones sanitarias, sociales y económicas.

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Esto se debe, entre otras cuestiones a la dificultad del diagnóstico y la falta de protocolos de detección precoz, lo que incrementa el riesgo de contagio y el número de casos.

Según estimaciones realizadas en 2012 recogidas en el Journal Viral Hepatitis, en España había una prevalencia del 1,5 por ciento de personas con anticuerpos detectados frente al VHC (unas 702.000 personas), de los cuales cerca de 481.000 estaban infectados. Estas cifras de prevalencia podrían variar en los próximos años ya que la identificación del VHC y la puesta en marcha de mecanismos de prevención no llegó hasta la década de los noventa y hay que tener en cuenta la lenta progresión de la enfermedad, cuyas secuelas se manifiestan unos 20 ó 30 años después de la infección.

Por todo ello, no hay que olvidar que esta patología tiene un impacto negativo en el ámbito clínico, socio-laboral y en la calidad de vida de las personas infectadas con el VHC, quienes presentan mayor morbilidad y una tasa de mortalidad tres veces mayor que la población en general. El 80 por ciento de los pacientes que presentan una infección crónica derivarán, a largo plazo, en una hepatopatía. Alrededor de un 10 ó un 20 por ciento desarrollarán cirrosis hepática en un período de 15 a 40 años y un cinco por ciento un hepatocarcinoma (CHC), tras 40 años de infección.

Además, durante 2013, 1.137 personas se sometieron a un trasplante hepático y 359 fueron consecuencia de la hepatitis C. Esto se convierte en una carga económica y social considerable para el Sistema Nacional de Salud (SNS) que hay que ponderar en toda su extensión para dimensionar el gasto real que supone la hepatitis C.

Además, de estos gastos hay que tener en cuenta la reducción de productividad así como que la hepatitis C es responsable de entre 3.900 y 4.700 fallecimientos al año, con una pérdida de 70.000 años de vida por las muertes prematuras.

Cirrosis, CHC y Trasplante
La evolución de la enfermedad pasa por una primera fase en la que el paciente solamente presenta hepatitis C. Posteriormente, puede derivar en cirrosis compensada y, a continuación, en descompensada. Éste es el paso previo al desarrollo de carcinoma hepatocelular. La única vía que mejoraría la calidad de vida del paciente en estos casos sería un trasplante hepático.

El VHC es el principal factor de riesgo asociado a la aparición del cáncer de hígado. Se estima que, en España, hay unos 5.000 casos (3.700 en hombres y 1.300 en mujeres), siendo la primera causa de muerte en estos pacientes.

En lo que se refiere a los trasplantes, cabe indicar que tienen un coste de unos 103.000 euros (precio de tarifa del GRD de Osakidetza en 2012). Pero esa no es la solución definitiva, ya que según estudios internacionales, la recurrencia del VHC postrasplante es de casi el 100 por ciento y a los cuatro meses la viremia se sitúa en valores 10 ó 20 veces mayores que los que tenía antes del trasplante.

Por último, se sabe que es frecuente la coinfección VHC-VIH, situación que supone un peor pronóstico para los pacientes en todas las posibles complicaciones de la enfermedad, por lo que su abordaje debe ser prioritario.

Por C.S - Madrid - Fecha: 27 de junio de 2014 - Nota completa

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