Reportaje a Michael Houghton descubridor del virus de la hepatitis C

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Michael Houghton, el investigador que descubrió el virus de la Hepatitis C, nos habla del futuro de la investigación en hepatitis y de la posibilidad de desarrollar vacunas para combatirla

Hace ya 20 años que usted y su equipo descubrieron el virus de la hepatitis C. ¿Qué ha cambiado desde entonces?

La identificación del virus llevó a la caracterización de su genoma ARN y de las proteínas que codifica.

Nuestro grupo de Chiron y colaboradores usaron esta información para desarrollar una serie de pruebas sanguíneas y diagnósticas del VHC (virus de la hepatitis C) que actualmente se usan para el diagnóstico de las personas infectadas por el VHC así como para descartar las donaciones de sangre procedentes de donantes infectados. Asimismo, dichas pruebas se utilizan para monitorizar la respuesta de los pacientes con VHC frente al tratamiento farmacológico.

Esas pruebas han sido muy valiosas para demostrar que la infección por el virus de la Hepatitis C no solamente causa hepatitis sino también cirrosis hepática, cáncer de hígado, crioglobulinemia, linfoma no-Hodgkins, así como otras enfermedades. Unas pruebas detectan anticuerpos anti-VHC mientras que otras detectan el nivel de genoma ARN viral del VHC en sangre.

Nosotros y otros grupos identificamos entonces varios enzimas virales que se requieren para la replicación o la producción viral y éstos han constituido las dianas para el desarrollo de nuevos fármacos en distintas compañías. Los fármacos más avanzados son los inhibidores de la serina proteasa del VHC en ensayos clínicos de Vertex (fase 3) y Schering-Plough (fase 2), los inhibidores de la ARN polimerasa AR-dependientes del VHC en ensayos de fase 2 llevados a cabo por Roche y Pharmasett y, los inhibidores NS5a del VHC en ensayos de fase 2 dirigidos por BMS y por Arrow.

Por último, la identificación del genoma del virus de la hepatitis C ha facilitado el desarrollo de vacunas que se hallan en desarrollo clínico de fase 1 o 2 (por Chiron/Novartis, Akairos, Transgene e Intercell).

Actualmente, ¿sigue siendo un problema la hepatitis C?

Sí, puesto que el tratamiento estándar actual solamente cura a aproximadamente el 50% de los pacientes y, solamente un 15% de los pacientes con virus de la Hepatitis C en Europa y EE.UU han recibido tratamiento hasta el momento. Además, la carga mundial es enorme con una estimación de 170 millones de portadores del VHC que se traduce en una cifra astronómica de enfermedad hepática y otras enfermedades en el futuro.

¿Qué medidas deberían implementarse para tratar la Hepatitis con respecto a la medicación? ¿Es posible erradicarla?

El tratamiento estándar actual es una combinación de interferón-alfa y ribavirina que consigue la curación en solamente un 50% de los pacientes con VHC tratados. Nuevos fármacos anti VHC se hallan en distintas fases de desarrollo clínico con la esperanza de que se puedan añadir al tratamiento estándar, consiguiendo así tasas de curación cercanas al 70% e incluso acortando el tiempo de tratamiento. Necesitamos, además, desarrollar vacunas que prevengan la diseminación del virus C de los portadores a personas no infectadas.

¿Cuáles son los desafíos planteados frente a la combinación mortal de hepatitis y SIDA?

Las personas con coinfección del VIH (virus del SIDA) y VHC (virus de la Hepatitis C) padecen una forma de hepatitis C grave y rápidamente progresiva. Por consiguiente, resulta vital el desarrollo de nuevas combinaciones de fármacos que detengan este proceso.

¿Existen nuevas estrategias en el diagnóstico y la prevención de infecciones congénitas?

La transmisión vertical es infrecuente en ausencia de coninfección VIH y VHC en la madre. Los productos con anticuerpos y las vacunas anti VHC se hallan en fase de desarrollo y podrían prevenir la transmisión del VHC de madre a hijo.

Usted y su equipo caracterizaron también el genoma del virus de la hepatitis D. ¿Cuál es la situación actual en este campo?

A diferencia de la hepatitis C, la hepatitis D no ha resultado ser una causa principal de hepatitis global, pero puede resultar aún un problema en distintas zonas del mundo. El tratamiento de la coinfección por virus de la hepatitis B es efectivo, pues la hepatitis D requiere de la hepatitis B para poder penetrar dentro de las células hepáticas y para poder transmitirse a otras personas.

¿Hacia dónde dirigen sus actuales estudios de investigación?

Junto a mi nueva compañía, Epiphany Biosciences Inc en San Francisco, nos hemos centrado en nuevas vías terapéuticas para el tratamiento de la hepatitis C. También estamos interesados en nuevos antivirales para el tratamiento del herpes zóster y del virus Epstein-barr con el fin de combatir el herpes, la mononucleosis infecciosa y otras enfermedades, como la esclerosis múltiple.

¿Está indicado el tratamiento con interferón en pacientes portadores del virus que no han desarrollado la enfermedad, tras sopesar los efectos secundarios?

Cerca del 50% de los pacientes tratados se curan mediante la combinación de interferón-alfa y ribavirina. Se trata tanto a pacientes con enfermedad hepática como pacientes con enfermedad leve.

¿Cree usted que dispondremos pronto de la vacuna para el virus de la hepatitis C?

Creo que tanto nuestro trabajo como el de otros investigadores ha demostrado que la vacuna para combatir el virus de la Hepatitis C es factible. Para que la vacuna esté disponible a nivel público, se requieren aproximadamente cinco años.

Medicina 21 - octubre 2009 - nota completa

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