Proteinas y hepatitis c

Las proteínas y la hepatitis C
Es importante una adecuada ingesta proteica para construir y conservar una adecuada masa muscular y también para asistir en los mecanismos de curación y reparación del organismo. La ingesta de proteínas debe ser ajustada según el peso corporal y la condición médica acompañante. Se recomienda de 1 a 1,5 grs. de proteína por kilogramo de peso, en la dieta diaria, para ayudar a la regeneración de células hepáticas en pacientes no cirróticos.

En ocasiones, un pequeño, aunque significativo, número de individuos con cirrosis, pueden desarrollar una complicación conocida como encefalopatía (condición que afecta al cerebro ). Los individuos afectados pueden mostrar signos de desorientación y confusión. La causa o causas exactas de la encefalopatía no están bien entendidas. Mientras que algunos expertos no creen que exista conexión alguna entre la proteína de la dieta y la encefalopatía, otros promueven la reducción substancial o la eliminación de la proteína de origen animal y la re-adaptación a una dieta vegetariana, para ayudar al mejoramiento del estado mental.

Los pacientes que están a riesgo de una encefalopatía deberían recibir asesoramiento sobre la ingesta de proteínas. Las proteínas de origen animal provienen de: carnes rojas, pescados, carnes de aves, huevos y productos lácteos. Cada uno de ellos provee 7 grs de proteína por cada 28,3 grs de comida. No hay límite para el consumo de la proteína de origen vegetal. La conservación de una adecuada ingesta proteica y del peso corporal deberían ser considerados prioridades, si no se implementa la utilización de proteínas de origen vegetal como substitutos.

Fuente

Salir de la versión móvil