Las hepatitis podrían aumentar el efecto potenciador de ritonavir

Un estudio advierte que esta interacción podría incrementar el riesgo de desarrollar efectos secundarios

Según un estudio publicado en la edición electrónica de Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes, la capacidad de ritonavir (Norvir®) para potenciar los niveles en sangre de otros medicamentos antirretrovirales se ve aumentada en personas con VIH que también están infectadas por el virus de la hepatitis B (VHB) ó hepatitis C (VHC). Como consecuencia de ello, esta población de pacientes coinfectados por VIH y hepatitis crónica podría encontrarse en una situación de riesgo incrementado de desarrollar efectos secundarios asociados a los antirretrovirales.

Los inhibidores de la proteasa (IP) son medicamentos que se metabolizan en el hígado a través del citocromo P450, un sistema complejo de enzimas que se divide en diversas familias. La enzima CYP3A, por ejemplo, es la responsable de la metabolización de la mayoría de los fármacos, entre ellos, los inhibidores de la proteasa. En el proceso de metabolización, los IP pueden acelerar (inducir) o disminuir (inhibir) la actividad de estas enzimas. En este sentido, ritonavir es un potente inhibidor de la enzima CYP3A, incluso cuando se utilizan dosis bajas (100mg) de este medicamento. Por ello, cuando se combina ritonavir con otro inhibidor de la proteasa, que usa la misma vía de metabolización, evita que aquéllos puedan ser eliminados antes, lo que provoca mayores niveles del IP potenciado en sangre y, por consiguiente, una mayor eficacia del mismo.

En otro orden de cosas, el daño hepático, en el que se incluyen la fibrosis y la cirrosis, progresa más rápido en personas infectadas por VIH y hepatitis que en aquéllas que sólo tienen VHB ó VHC. Además, la población coinfectada tiene un riesgo incrementado de desarrollar toxicidad hepática asociada al uso de la medicación antirretroviral (sobre todo de regímenes que contienen ritonavir) en comparación con las personas que sólo tienen VIH, aunque la causa que podría explicarlo sigue estando poco clara. Se ha sugerido que la coinfección por VIH y hepatitis podría alterar la capacidad del hígado para metabolizar los medicamentos, lo que causaría un aumento de los niveles de fármaco y, por tanto, un riesgo más elevado de daño hepático asociado al medicamento. En caso de que esta teoría fuera cierta, el uso de ritonavir para potenciar los niveles de un inhibidor de la proteasa en personas coinfectadas podría, además, aumentar la posibilidad de desarrollar hepatotoxicidad.

Con el fin de arrojar más luz sobre este asunto, Tamsin Know, de la Facultad de Medicina Tufts en Boston (EE UU), y sus colaboradores llevaron a cabo un estudio en el que participaron treinta personas con VIH, de las cuales 17 tenían hepatitis viral crónica y 13 sólo VIH. En ambos grupos, aproximadamente la mitad estaba tomando un régimen antirretroviral que contenía, como mínimo, 100mg de ritonavir. Los investigadores examinaron, en concreto, la capacidad de ritonavir y de la hepatitis viral para inhibir la actividad de la enzima CYP3A. Se utilizó midazolam oral e intravenoso para probar la actividad fenotípica de esta enzima.

Los expertos hallaron que, tal como esperaban, en las personas que tomaron ritonavir, la biodisponibilidad (es decir, la cantidad final de fármaco que llega al torrente sanguíneo) de midazolam oral aumentó de un habitual 30 a un 80%. Sin embargo, en aquellos participantes que recibieron ritonavir y que, además, estaban coinfectados por VHB ó VHC, la biodisponibilidad se elevó de un 30 a un 100%; y así se observó incluso en personas con indicios de daño hepático poco avanzado por la hepatitis viral. Según los investigadores, este aumento en la biodisponibilidad, como consecuencia del empleo de ritonavir y de la hepatitis viral crónica, es lo suficientemente destacable para provocar con facilidad una mayor toxicidad asociada al fármaco, entre la que se incluye un aumento del riesgo de daño hepático.

Por último, los autores del estudio recomiendan llevar a cabo futuros ensayos en los que se evalúen los niveles de fármaco en sangre en personas coinfectadas por VIH y hepatitis B y/o C, con la finalidad de prevenir o reducir las posibilidades de desarrollar efectos secundarios graves.

Referencia: Knox TA, Spiegelman D, Oleson L, von Moltke LL. Ritonavir Greatly Impairs CYP3A Activity in HIV Infection With Chronic Viral Hepatitis. J Acquir Immune Defic Syndr. 2008, Oct 16.

Publicado por Hepatitis 2000 bajo Copyleft de Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt) – Link - Barcelona - Fuente: aidsmeds.com / Elaboración propia. Juanse Hernández - 22/10/2008

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