La revolución en la terapia de la hepatitis C dispara el gasto

nuevos-tratamientos-hepatitis-c-costo-beneficioEspaña | Si hasta hace muy poco apenas el 50% de los pacientes de hepatitis C se curaban, con la introducción de nuevos fármacos el porcentaje se ha disparado al 70%, aunque a costa de multiplicar el gasto hospitalario para esta patología. Pero la revolución de nuevos tratamientos no ha parado. Se esperan más, sobre todo para los enfermos más graves y que hasta ahora no se les administraban medicamentos.

El mercado de terapias hospitalarias para hepatitis C se ha disparado un 142% interanual, a datos de agosto, según la consultora IMS Health, llegando a los 173 millones de euros. "Ha crecido a ese ritmo por el lanzamiento de nuevos productos y porque llega a más pacientes que no estaban tratados antes", confirma Miguel Martínez Jorge, responsable de línea de negocio de IMS Health. "El tamaño del mercado en euros será mucho mayor que el actual", revela para los próximos años.
"El mercado mundial de la hepatitis C se multiplicará por más de tres", avanza Tazio Storni, gestor del fondo BB Biotech, de Bellevue Asset Management. Un gasto muy alto pero que para el Sistema Nacional de Salud se prevé que sea eficaz, debido a que las complicaciones de estos pacientes conllevan cirrosis, trasplantes y tumores a largo plazo, unas patologías mucho más costosas de tratar.

La hepatitis C se padece por el contagio del virus del mismo nombre. Hasta 1992 no se conocía este virus. "La mayoría de los pacientes actuales en España, entre 500.000 y 700.000, se contagiaron en los años setenta y ochenta, por transfusiones y por el uso de jeringuillas contaminadas", explica José Luis Calleja, médico y secretario de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH). La enfermedad se desarrolla muy lentamente y no muestra síntomas, por lo que se estima que entre el 50% y el 70% de quienes la padecen no lo saben. Se suele detectar en revisiones rutinarias o cuando se diagnostican problemas mayores como cirrosis o tumores.

La enfermedad se ha tratado primero con interferones inyectables y el genérico de la ribavirina. Más tarde se mejoró la solución con la introducción de los interferones pegilados, con un coste por paciente de entre 6.000 y 8.000 euros. Era el caso de Pegasys, de laboratorios Roche, y Pegintron, de MSD. Pero en 2012 se produce la primera revolución. Entran al mercado los primeros inhibidores de la proteasa: el Victrelis (MSD) e Incivo (Janssen), que se administran oralmente junto al interferón (llamado triple terapia). El coste se dispara a los 28.000 o 36.000 euros por paciente. Pero el porcentaje de curación sube 30 puntos, hasta el 70%. "Estos fármacos orales se han limitado, por su coste, a los pacientes más graves", reconoce el doctor Calleja.

La segunda revolución está por llegar. Se trata de los inhibidores de la proteasa. Los primeros, aunque todavía sin aprobar ni en EE UU ni en la UE, se espera que sean el simeprevir (Janssen) y el sofosbuvir (Gilead). "No hay datos concluyentes de curación, pero pueden alcanzar el 80% o 90% de los casos", destaca Calleja. Y, además, el sofosbuvir aporta una gran novedad: "No se aplica con interferón y evita sus efectos adversos".

Las cifras

Cinco Días - 23 de octubre de 2013 - Nota completa

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