Un paciente falleció y 10 resultaron infectados al ser sedados con Propofol contaminado - La Xunta no prevé prohibir esta mala práctica a los médicos
Todos los afectados en Galicia y Cataluña eran pacientes que iban a ser sometidos a una endoscopia, intervención que requiere una pequeña cantidad de Propofol. Pese a que el fabricante indica en el prospecto que cada vial de 20 y 50 mililitros es "de un solo uso" y que cualquier "cantidad sobrante debe ser desechada", los centros aprovecharon el anestésico de viales ya abiertos.
La mala práctica que supone reutilizar un vial unidosis es condición necesaria, pero no única, para que se produzca un brote. Antes de ello, los viales ya habían sido objeto de otra mala praxis que posibilitó su contaminación: la no desinfección del vial (lo que facilitó la presencia de bacterias) o la reutilización de agujas que habían pinchado con anterioridad a un enfermo portador de hepatitis C. La contaminación del Propofol es uno de los principales riesgos de este fármaco, presentado en una solución sin antimicrobianos que contiene grasas.
En contra de lo hecho por la Generalitat, que ha lanzado una alerta a todos los hospitales de esta comunidad para que extremen los controles y que los viales sean utilizados una sola vez, la Xunta de Galicia deja esta decisión en manos de los médicos. "Cada profesional decide qué dosis utiliza y lo que ha ocurrido en el hospital orensano ha sido algo puntual", sostiene un portavoz de la Consejería de Sanidad. La Xunta sí reconoce "el mal uso" del sedante que se produjo en Ourense y que hizo posible "la contaminación" de al menos un vial.
El fallecido en el Chou era Manuel Castro Otero, un concejal del PSOE en Castrelo do Val (Ourense), que acudió al centro a someterse a una rutinaria colonoscopia. A los pocos minutos de inyectarle el Propofol de un vial que antes había sido utilizado en otro paciente empezó a sufrir convulsiones y murió por un "fracaso funcional multiorgánico". El informe de la autopsia, solicitado por los familiares, confirma que la causa de la muerte fue una bacteria (no precisada por la Xunta) que contaminó el Propofol.
El Servicio Gallego de Salud (Sergas) sostiene que ha abierto una investigación interna para depurar posibles responsabilidades administrativas, al margen de las penales que han iniciado los familiares en los tribunales, pero insiste en que no es necesario indicar a los profesionales cuál es el protocolo y cómo debe de ser utilizado el anestésico.
El portavoz de la familia de Castro, el abogado José Arcos, señala que aquel fallecimiento se suma el hecho de que el Sergas "aún no ha enviado el expediente del caso a la aseguradora, por lo que la familia ni siquiera puede cobrar la indemnización".
Cristina Huete - Oriol Gúell - Ourense - Barcelona - Marzo 2011 – Diario El País - nota completa