La OMS moviliza recursos para controlar las hepatitis según peticiones de la Asamblea Mundial de la Salud N° 63

Organización Mundial de la Salud
CONSEJO EJECUTIVO EB130/35 Add.2 - 130.ª reunión 1 de diciembre de 2011
Punto 10.2 del orden del día provisional - Informes sobre los progresos realizados 1
Informe de la Secretaría

Erradicación, prevención y control de enfermedades
G - Hepatitis virales (resolución WHA63.18) ..... 2

G. HEPATITIS VIRALES (resolución WHA63.18)
1. En 2010 la Asamblea de la Salud adoptó la resolución WHA63.18, en la que se alude a la necesidad de un enfoque integrado de la prevención y el control de las hepatitis víricas. Para responder a las peticiones formuladas en la resolución, la Secretaría ha adoptado un planteamiento amplio en el que se incluyen la expansión de las intervenciones que han tenido éxito, el fortalecimiento de los sistemas de salud, y la formulación de nuevas estrategias, al mismo tiempo que se movilizan los recursos que tanto se necesitan. La labor de la Secretaría sigue cuatro ejes estratégicos.

2. Eje estratégico 1: sensibilización y movilización de recursos. Las actividades se centran en
la sensibilización sobre el problema de las hepatitis víricas entre las instancias normativas, los profesionales
sanitarios y el público; el fortalecimiento de las medidas de prevención y control, y la eliminación
de la discriminación de los infectados.

3. La OMS patrocinó la celebración del primer Día Mundial de la Hepatitis el 28 de julio de 2011.
Bajo el lema «Esto es la hepatitis" Conócela. Afróntala. La hepatitis afecta a todos, en todas partes», la OMS apoyó una serie de actividades en colaboración con la sociedad civil. Entre los materiales de la campaña (producidos en diferentes idiomas) hubo notas descriptivas técnicas, notificaciones en la web, noticias, comunicados de prensa, una declaración en video de la Directora General, pósteres, intervenciones en las redes sociales y una serie de productos audiovisuales. La amplia participación de los medios de comunicación contribuyó a aumentar la notoriedad tanto de los problemas causados por las hepatitis víricas como de las soluciones disponibles para hacer frente a las diferentes enfermedades en cuestión.

4. Eje estratégico 2: datos para las políticas y la acción. La OMS está actualizando las estimaciones de la prevalencia y la carga mundiales de las hepatitis víricas. Se están haciendo esfuerzos para comunicar los resultados y crear instrumentos que permitan a los gobiernos elaborar políticas y planes costoeficaces y basados en pruebas científicas. Se están ultimando directrices y normas sobre la vigilancia, de modo que los países puedan priorizar mejor los recursos y seleccionar intervenciones adecuadas, que van de la inmunización al tratamiento antivírico, y de la realización de pruebas de detección en los suministros de sangre a la garantía de la seguridad en las prácticas y los entornos de la atención sanitaria. También se van a publicar orientaciones sobre las encuestas serológicas como medio para seguir las tendencias de las hepatitis víricas y evaluar el impacto de las medidas preventivas.

5. Eje estratégico 3: prevención de la transmisión. Las medidas preventivas eficaces se están adaptando al crecimiento de la población, a los cambios epidemiológicos y a las nuevas limitaciones económicas. La OMS está reexaminando las políticas de inmunización, tales como las relacionadas con los calendarios vacunales, la protección de los recién nacidos y el personal sanitario (especialmente frente a la infección por el virus de la hepatitis B), la ampliación de las funciones de las vacunas existentes contra la hepatitis A, las nuevas vacunas contra la hepatitis E o estrategias innovadoras para el futuro.
Igual que la aparición de la epidemia de VIH/sida en los años ochenta llevó a la realización de campañas que cambiaron muchos comportamientos, la promoción continua de la salud debe centrarse en los comportamientos modificables que conllevan un riesgo de infección. Los mensajes clave para la prevención de las hepatitis son el control de la infección, la seguridad de las relaciones sexuales y la formulación de estrategias que los países puedan aplicar a la seguridad de los productos sanguíneos, las inyecciones y los alimentos y el agua.

6. Eje estratégico 4: detección, atención y tratamiento. En el último decenio se han hecho progresos rápidos en el tratamiento farmacológico de las hepatitis B y C. En consecuencia, la hepatitis C suele ser curable y la hepatitis B crónica puede controlarse a largo plazo. Es de importancia capital que se proporcionen directrices sobre la detección de los pacientes con hepatitis B y C, a fin de incrementar su acceso a la atención y gestionar la resistencia farmacológica. Habrá que prestar especial atención a los entornos con escasos recursos. Por consiguiente, la Secretaría está desarrollando un paquete de recursos entre los que se encuentran la dispensación de asesoramiento adecuado antes y después de la realización de las pruebas de detección, como parte de un marco asistencial, terapéutico y de prestación de apoyo a los países para que logren que los tratamientos sean más accesibles y asequibles.

7. La OMS ha establecido un equipo dedicado a las hepatitis que está radicado en la sede y dispone de coordinadores en las oficinas regionales, y que será el encargado de coordinar la colaboración con los asociados y los Estados Miembros a fin de crear instrumentos y productos que permitan seguir avanzando en la importante labor que se está realizando en cada uno de estos ejes. Gracias a este esfuerzo se creará o desarrollará en los países un marco operacional que permita cumplir el mandato establecido
en la resolución WHA63.18.

En este post subimos lo referido a Hepatitis Virales, para solicitar el documento completo escribir a info@hcvsinfronteras.org

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