La astenia y la depresión son frecuentes en hepatitis C

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Pese a que la hepatitis C es una patología asintomática, los expertos coinciden en señalar la astenia, la depresión y el deterioro cognitivo como tres de las molestias extrahepáticas que más presentan estos pacientes. De hecho, se estima que más de la mitad de los afectados presenta debilidad física y psíquica, efectos más comunes que en otras hepatopatías.

Sin embargo, y aunque es una de las consultas más frecuentes, todavía no existe evidencia científica que avale estos datos. Así lo puso de manifiesto María José Devesa, del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid, durante las II Jornadas Aquarius de Formación en Gastroenterología, en Sitges (Barcelona).

Se trata de las molestias extrahepáticas que más dudas generan en las consultas y más se asocian con la patología

"No hay estudios sobre la relación entre la astenia y el grado de lesión hepática, ni tampoco que impliquen una mayor carga viral", explicó Devesa. No obstante, añadió, es cierto que es una de las quejas que más recibimos en consulta y que se debe tener en cuenta a la hora de diagnosticar al paciente hepático.

Además, recalcó, tampoco existe una mayor prevalencia de hepatitis C con la fatiga crónica, "pero hasta un 80 por ciento se queja de una astenia incapacitante".

La astenia es un síntoma multidisciplinar en el que influyen los factores sociales, personales, psicológicos y de comportamiento. En este sentido, el estado de ánimo del paciente tiene un papel muy importante en la satisfacción de su propia vida. "El cansancio merma su desarrollo personal y la posibilidad de realizar cualquier actividad cotidiana por sencilla que sea", aclaró.

El 32 por ciento de los pacientes con hepatitis C sufre episodios depresivos

La hepatitis C es un tipo de infección producida por un virus que tiene gran afinidad por el tejido del hígado. En España existen alrededor de 800.000 pacientes infectados, aunque muchos lo desconocen, debido a que el virus puede producir una infección aguda asintomática.

Esta se puede cronificar en un 50 ó 70 por ciento de los casos.

Se estima que un 20 por ciento de los pacientes sufrirá cirrosis e incluso cáncer de hígado en los diez años posteriores al contagio.

Deterioro cognitivo
"Existe un efecto directo del virus sobre el cerebro", indicó Devesa. Y es que la astenia asociada a la hepatitis C puede derivar en un cuadro depresivo que afecta a la calidad de vida del paciente.

"Esta patología puede generar pérdida de memoria y déficit de atención, así como disminución de la velocidad psicomotora", señaló. Si se tiene en cuenta que el 32 por ciento de estos pacientes sufre depresión es natural, aclaró, que el enfermo no se adapte correctamente al entorno laboral y social, y se sienta incómodo en su actividad diaria.

En este sentido, la percepción del paciente respecto a los síntomas de la enfermedad es clave para mejorar el pronóstico, ya que existe un alto grado de estigmatización de la enfermedad. "Los pacientes lo viven con angustia, lo asocian con una infección del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y tienen miedo a contar a sus familiares y compañeros de trabajo que están enfermos.

Esto impide su mejoría y genera una mayor comorbilidad psiquiátrica debido a la excesiva preocupación por la enfermedad", razona.

La hepatitis C se propaga por medio del contacto con la sangre. Al contrario que el VIH y la hepatitis B, no es una enfermedad de transmisión sexual, aunque se recomienda tener cuidado si se realiza una práctica de riesgo. Hasta 1990 la principal vía de contagio fueron las transfusiones, debido a que todavía no se había descubierto el virus ni había forma de detectarlo. Ahora, con los controles la infección no es viable.

Los tatuajes y piercing pueden ser causa de infección si no se usan materiales desechables o no se tienen las medidas higiénicas adecuadas. Asimismo, esta patología no se puede contagiar por la leche materna, los abrazos, la tos, estornudos o por el uso compartido de utensilios de comida o vasos.

MARTA ESCAVIAS - Correo Farmacéutico - 05 de junio de 2009 - Leer la nota completa

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