Hepatitis C y la atención farmacéutica durante el tratamiento

La Atención Farmacéutica facilita la terapia de la hepatitis C

Buenos resultados de los planes puestos en marcha desde los servicios de Farmacia hospitalaria

En los ensayos clínicos, el abandono voluntario del tratamiento de la hepatitis C se cifra entre un 5 y un 6 por ciento. En la práctica diaria de algunos hospitales este porcentaje llega al 20 por ciento, según apuntó Luis Álvarez Rubio, adjunto del Servicio de Farmacia Hospitalaria (SFH) del Hospital General de Hospitalet de Llobregat.

La puesta en marcha en los SFH de planes para atender a los pacientes con hepatitis C puede reducir mucho el abandono del tratamiento, tanto el voluntario como el producido por los efectos secundarios, y aumentar la adherencia terapéutica. Esto es lo que revelan las experiencias existentes, según apuntó a EL GLOBAL Álvarez Rubio.

En el Hospital General de Hospitalet de Llobregat se ha logrado que los abandonos voluntarios estén por debajo del 1 por ciento y la adherencia terapéutica por encima del 88 por ciento. "Este tratamiento requiere que al menos el 80 por ciento de las dosis lleguen al torrente circulatorio para que el paciente obtenga el máximo beneficio de la terapia ", afirmó Álvarez Rubio.

La coordinación entre farmacéuticos, hepatólogos y el resto del personal asistencial ha ayudado también a disminuir los abandonos por efectos secundarios.

En opinión de Álvarez Rubio, la clave de estos resultados está en trabajar con cada paciente -y no de una manera estándar- y conseguir que el paciente no tenga la percepción de estar solo a lo largo del recorrido terapéutico.

En el plan puesto en marcha en su SFH, cuando los pacientes van a retirar su tratamiento, el farmacéutico les explica en qué consiste la enfermedad y la terapia y vela por la seguridad del fármaco y de los efectos secundarios realizando un seguimiento con chequeos en cada visita para poder prevenirlos o minimizarlos.

Además, el farmacéutico mantiene reuniones semanales con el hepatólogo y ante la detección de cualquier anomalía el contacto es inmediato. Asimismo, para dar una atención continuada, se ha abierto una línea telefónica de contacto directo con el paciente.

En opinión de Álvarez Rubio, la mayoría de los hospitales del país está dotado de recursos informáticos para poder llevar a cabo esta actividad y por parte de los profesionales hay interés en poner en marcha estos programas. Actualmente, 20 hospitales de todo el país participan en el proyecto IRIS, un estudio para validar la utilidad que presenta la AF para estos pacientes.

El reto ahora es mantener estos porcentajes y hacer estudios sobre la calidad de vida para definir qué requiere una atención más específica y en qué momento hay que actuar para que ésta se vea mermada lo menos posible. "Preocupa no sólo el estado de salud del paciente sino también su calidad de vida", afirmó este experto.

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