Hepatitis autoinmune, testimonio situación social de pacientes en Argentina

Trasplantados y en lista de espera sortean obstáculos como las obras sociales, inflación, salarios bajos y crisis sanitaria. Todos los días una lucha por vivir

hepatitis_autoinmune_hai Los problemas en el sistema de comunicación aérea en el país, la crisis del sistema sanitario, la inflación y los salarios precarios forman parte de la vida de todos los argentinos; pero el impacto de estas situaciones en el día a día de un paciente a la espera de un trasplante o un recién trasplantado, es sin dudas mayor.

Celeste está en lista de espera desde 2005; tuvo que vivir en Buenos Aires para estar cerca del Hospital Italiano, pero no logró hacerlo cómodamente y los médicos la autorizaron a regresar a Comodoro, aunque cada seis meses debe viajar a hacerse controles. Trabaja en la Municipalidad de Comodoro Rivadavia, y comentó que su mayor dificultad hoy "es económica".

"Cobro 1.100 pesos, 800 los gasto en pagar un alquiler y con el resto no puedo vivir, por eso tuve que pedirle ayuda a la Fundación Anahí, que me ayuda a pagar la obra social. Hace 9 años que trabajo en el municipio y me dijeron que no me pueden pasar a planta permanente porque no soy una "˜empleada segura’, pero si vamos al caso nadie es seguro. Yo siento que esto es discriminación, pero además trabajo aún así porque mi situación es muy delicada".

El hígado de Celeste está muy enfermo, y afirma que "hay veces que no me puedo ni levantar, porque al no tener el hígado bien todo es un problema; ahora tengo anemia severa; en Comodoro también me ayuda la doctora Esther Sirotinsky que me atiende desde chica".

El origen del problema de Celeste es una hepatitis crónica autoinmune, y la única forma de estar mejor es recibir un órgano de un donante cadavérico. "Mi enfermedad se está deteriorando, y más allá de los pasajes, todo está muy caro", concluyó Celeste Loguercho.

Las Obras Sociales

Fabiana López tiene 40 años y asegura que no aparenta esa edad. Cuando Diario Patagónico se comunicó con ella recién venía de presentar un recurso de amparo ante la justicia porque los medicamentos llegan tarde y la obra social prepaga, Galeno, que es una de las más caras, no le cubre los traslados permanentes a Buenos Aires. Tiene dos trasplantes renales, el último fue realizado hace tres años y hasta ahora todo va bien; y necesita tomar sus medicamentos para vivir porque cada ausencia le ocasiona serias consecuencias en su estado de salud.

"Tres veces ya llegaron tarde porque me los mandan por correo, que llega tarde, cuando ya no doy más; por eso lo que le pedí a la obra social es que pueda acceder a ellos a través de las farmacias, como hacen otras, pero bueno" ahora llegué a esta instancia porque me corresponde por ley; pero además yo soy una afiliada cautiva porque no me puedo cambiar; ninguna obra social me aceptaría, y la que tengo ahora no me atiende pagando aún la prestación más cara, que es un plan médico obligatorio", afirmó.

Fabiana comentó ayer que "vivo reclamando", aunque aclara que actualmente "mi vida es normal. Yo nací en Comodoro, viví 23 años afuera y volví hace un año; ahora tengo que luchar por estas cosas. El origen de mi problema fue una diabetes infantil".

El Patagónico - agosto de 2008 - Nota completa

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