HCV cada vez mas detectados (Argentina)

Cada cuatro días se presenta en el Rossi un nuevo paciente con hepatitis C

El último año aparecieron 93 casos nuevos, que se suman a los 800 que ya se atendían en la Unidad de Hígado de ese centro asistencial. Es una patología de difícil neutralización, que puede derivar en cirrosis o cáncer primario, y requerir trasplante. La única vacuna posible es la información.

La Unidad de Hígado del Servicio de Gastroenterología del hospital Rossi de La Plata ingresó en el último año a 93 pacientes nuevos con hepatitis C, los cuales se sumaron a los cerca de 800 que ya estaban registrados. Eso implica que una enfermedad que a priori parece tener menor incidencia que el resto de las patologías hepáticas, representa en realidad cerca de un tercio del total. Y que se presenta un caso nuevo cada aproximadamente cuatro días.

Aunque el agente transmisor es la sangre infectada, y las causas del contagio y el perfil de los pacientes han ido mutando con los años, existe una realidad que convierte a la enfermedad en la más peligrosas de las hepatitis: su diagnóstico empezó a hacerse recién en 1989, y las técnicas para identificarlo se masificaron dos años después.
Eso implica, por ejemplo, que las transfusiones realizadas antes de esa fecha sean todas "riesgosas". Sobre todo, teniendo en cuenta otra característica de la enfermedad: desde el momento en que el virus entra al organismo, hasta que se manifiesta con lesiones severas en el hígado pueden pasar hasta 30 años.

Peligro latente

La gravedad se potencia teniendo en cuenta que el riesgo de que la enfermedad se haga crónica es muy alto. Les sucede a alrededor del 85 por ciento de los pacientes. Cuando eso ocurre, puede haber lesiones hepáticas graves, cirrosis o cáncer primario de hígado, lo cual es la causa más frecuente de transplante de hígado.
Las estadísticas, según el jefe del área del Hospital Rossi, el doctor José Curciarello, indican que hoy los pacientes se pueden indentificar en tres grandes grupos:
ngente joven que se contagió por consumo de drogas en situación de riesgo (compartió jeringas y elementos para aspirar).
ngente no tan joven que se infectó en transfusiones o en intervenciones quirúrgicas realizadas antes de 1990.
npacientes que presentan "formas indeterminadas". Son gente más grande que se contagió con material sanitario mal esterilizado.

En 1990, cuando el Instituto de Hemoterapia empezó a utilizar en la sangre donada las técnicas de detección del virus de la hepatitis C, el 0,88 por ciento tenía los anticuerpos de la enfermedad. Hoy, 16 años después, sólo se presenta el 0,2 por ciento de los casos.
"Esto no implica que haya menos casos", dice Curciarello, "sólo indica que mejoró el sistema de selección, porque nosotros en el hospital vemos muchos más casos".

Mala sangre

La evolución de la enfermedad está vinculada con su descubrimiento, recién en 1989. Al año siguiente, se desarrolló la técnica que sirve para detectarla, la cual empezó a ser aplicada en 1991. Es en ese año que los bancos de sangre empezaron a controlar que las donaciones recibidas no estuvieran infectadas con el virus.
Eso significa, ni más ni menos, que "toda transfusión previa a ese año puede ser considerada riesgosa", explica Curciarello. Pero, además de presentar situaciones de riesgo "irremediables", como lo son esas transfusiones, la hepatitis C presenta otra característica que acentúa su peligro. Sólo el 20 por ciento de los pacientes que experimentan el cuadro agudo, presenta un síntoma inequívoco como la ictericia (coloración amarilla en la piel).

El 80 por ciento restante atraviesa esa etapa sin síntomas claros, o con síntomas no vinculados directamente con la hepatitis. Esto es así porque en general el tipo C es "silente", es decir que, entre que ingresa al organismo y causa una lesión seria en el hígado, pueden pasar hasta 30 años.
Antes, si no tuvo la "suerte" de manifestar ictericia, no hay señales que permitan inferir la presencia del virus. Tampoco hay vacuna: "La única es la información", dice Curciarello; que "la mayor parte de la población sepa que existen situaciones comunes, tales como una transfusión o una inyección dada sin la correcta esterilización, que pueden ser de riesgo".

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