En Chile detectan más de 3.600 casos sospechosos de hepatitis C que no han sido notificados

Se trata de personas que donaron sangre entre 1995 y 2005. La cifra se suma a 1.400 casos hallados en 2009.

"Proyecto de búsqueda de posibles portadores de VHC" se llama el programa del Ministerio de Salud que pretende localizar a las 3.681 personas que, entre 1995 y 2005, donaron sangre en diversos laboratorios y luego dieron positivo a la prueba del virus de la hepatitis C (VHC).

El problema es que si bien sus muestras fueron analizadas y eliminadas para evitar nuevos contagios, las personas infectadas no fueron notificadas de la presencia de la enfermedad y, hasta hoy, muchos de ellos lo ignoran.

La pesquisa es una ampliación de la búsqueda inicial que ordenó el Minsal hace dos años, tras la polémica que desató la noticia de que casi 1.400 personas eran portadoras del virus sin saberlo.

"Antes, no era una obligación para los laboratorios o bancos de sangre avisarle a una persona que su muestra había dado positiva. La gente llegaba a donar sangre y se iba, el laboratorio procesaba la muestra, se detectaba el virus y la muestra se eliminaba. Pero nadie ubicaba a esta persona para ponerla al tanto", explica el doctor Alejandro Soza, presidente de la Sociedad Chilena de Hepatología.

Entonces, las autoridades de Salud anunciaron que se revisarían los registros desde 2006 en adelante y que las personas con resultados positivos al test del virus serían localizadas a la brevedad. "Aparecieron los primeros casos de personas notificadas. Nosotros les ofrecimos asesoría e hicimos un seguimiento del proceso, pidiendo al ministerio la información de los avances de esta búsqueda", indica Marcela Fajardo, directora ejecutiva de Pro Bono.

Sin embargo, a fines del año pasado y a pedido de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, el Minsal amplió el período de la búsqueda retrospectiva en 10 años.

Este proceso está, actualmente, en curso en todo el país, salvo en los Servicios de Salud de Chiloé y de Arauco, donde no hubo muestras positivas durante esos años.

Según la información recopilada por el Minsal, entre 1995 y 2005 se contabilizaron 4.290 personas. De ellas, 609 fueron registradas como fallecidas, según arrojó el cruce de datos hecho con el Registro Civil. De acuerdo con la información entregada a La Tercera, aún se investiga si esas muertes pudieron estar vinculadas a enfermedades relacionadas con la presencia del virus de la hepatitis C.

Plazos
Según información entregada por la Subsecretaría de Redes Asistenciales, el proceso está en la etapa de localización de los nuevos casos. "Una vez que se obtiene la información para identificar a las personas con resultado reactivo, se les debe ubicar y citar al establecimiento de salud para que se les realice nuevamente el examen de tamizaje. A aquellas personas que resulten doblemente reactivas, se les debe realizar confirmación", indicaron.

Al 31 de marzo pasado, de los 3.681 nuevos casos que fueron informados por todos los servicios de salud del país, sólo se había contactado al 29,6%. Es decir, aún resta por localizar a más de 2.500 personas.

El Minsal tiene plazo hasta el 30 de junio próximo para completar el proceso de búsqueda y notificación de todos los casos sospechosos. Luego, debe entregar tratamiento médico a quienes lo requieran.
Virus es una de las principales causas de trasplante de hígado

Una de las mayores complejidades en la detección de la hepatitis C es que puede permanecer asintomática por décadas. "Hay gente que se demora entre 20 y 40 años en desarrollar la enfermedad", explica Alejandro Soza, presidente de la Sociedad Chilena de Hepatología.

Según el especialista, la hepatitis C es una de las principales causas de trasplante hepático en adultos: una de cada cinco de estas cirugías es consecuencia del virus.

"Este trasplante es uno de los más complicados. Cada año se realizan entre 50 y 70 de estas cirugías. Las personas en lista de espera no alcanzan a trasplantarse y el 30% de ellas muere esperando por un órgano compatible", dice Soza.

Cuando una persona es portadora del virus, puede desarrollar cirrosis hepática, encefalopatía -que produce alteración mental, somnolencia, desorientación- y hemorragia digestiva, entre otras afecciones.

El tratamiento implica tomar dos medicamentos diarios por un año y recibir una dosis inyectable semanal. La enfermedad también tiene efectos colaterales adversos, como anemia, depresión y alteraciones a la piel, entre otros.

Pese a que el mal puede ser controlado, el tratamiento sólo cura -en promedio- al 50% de los pacientes. En Chile, se estima que existen 80 mil personas con VHC. "Mucha gente se infectó antes de 1996, fecha en que se empezó a testear las muestras de sangre", afirma Soza.

por Gabriela Sandoval Páez - La Tercera - 31 de mayo de 2011 - Nota completa

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