El error sanitario, una de las principales vías de transmisión del virus de la hepatitis C

Es una realidad ante la que no hay que taparse los ojos. Lo dicen los expertos que han constatado que ingresar en un hospital representa un riesgo claro de contraer este patógeno. La presión asistencial y el descuido en el cumplimiento de las normas de higiene están en la raíz de la mayoría de los contagios

El hospital no es un entorno saludable; es algo conocido. Y también que una visita a este tipo de recintos puede dejar de recuerdo un nuevo patógeno, sobre todo bacterias, en el organismo. Pero a muchos lectores les sorprenderá saber que el riesgo de contraer un virus como el que causa la hepatitis C (VHC) en el medio sanitario es más elevado de lo que se presupone, como acaba de demostrar una investigación realizada en 18 centros hospitalarios de Barcelona, Granada y Valencia. Tras rastrear el origen de 109 nuevos casos de infección por el VHC, acaecidos entre los años 1998 y 2005, la conclusión fue que la fuente del contagio del 73% de ellos estuvo en una intervención quirúrgica, un acto médico urgente, terapias como la hemodiálisis o en procedimientos diagnósticos o terapéuticos.

El departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña dió la pasada semana por cerrada la investigación que se inició en marzo en el Hospital Vall d’Hebrón de Barcelona tras detectarse un brote de infección por el virus C de la hepatitis en una unidad de hemodiálisis infantil. Tres niños de edades comprendidas entre los tres y los 12 años contrajeron el patógeno, que causa una infección crónica en más del 70% de los casos e incrementa el riesgo de desarrollar una cirrosis hepática con los años.

Otros 18 menores tratados en el mismo recinto, en el que anualmente se llevan a cabo 1.800 sesiones de diálisis en cinco máquinas, fueron sometidos a análisis para rastrear la presencia del patógeno con resultado negativo. Se sabe que el origen de la infección fue otro niño portador del virus que se trataba en el mismo centro.

La pregunta de cómo un agente que sólo se transmite por vía sanguínea, sexual o vertical (de madre a hijo en el parto) pudo vencer las estrictas medidas de seguridad que se siguen en este tipo de dispositivos para evitar contagios y logró saltar a otros pacientes sanos ha quedado sin respuesta. «Un error involuntario pero desconocido», declaró al referirse al caso la consejera de Salud, Marina Geli.

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El Mundo - 15 de diciembre de 2007 - Isabel Perancho

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