Diálisis y hepatitis C

Diálisis y la hepatitis c

UN UNO POR CIENTO DE LOS PACIENTES RENALES SE CONTAMINA HOY CON El VIRUS DE LA HEPATITIS C.
YOSARAH FERNÁNDEZ
SANTO DOMINGO.

COMENTARIO DE HC2000: Consideramos al 1% de contagio como un índice muy alto y fundamentelmente EVITABLE ... este artículo habla de una realidad que se repite en Latinoamérica , otros países "no desarrollados" y no excluye a algunos países "desarrollados" ..

Artículo:
Contrario a lo que pueda parecer, en un proceso de diálisis las probabilidades de adquirir hepatitis C son escasas. Las estadísticas de contagio rondan el uno por ciento de los pacientes renales y su forma de contaminación en diálisis son generalmente las transfusiones.
Así lo manifiestan la presidenta de la Sociedad Dominicana de Nefrología, Hilda Lafontaine, y los doctores Alfredo Polanco, Eric Báez Ortiz y Gladstone Cumberbatch. Durante las décadas 60 y 70, las infestaciones por estos virus eran de un 10 a un 15 por ciento, pero hoy se ha reducido a sólo el uno por ciento debido al uso de la eritroproyetina, una hormona que ayuda a producir los glóbulos rojos, y a que los métodos para identificar los virus han mejorado.

Evitar transfusiones

Si se observan las normas de seguridad y se evitan las transfusiones, la infección por hepatitis C no se produciría. El encargado de la unidad de hemodiálisis del hospital Luís Eduardo Aybar, Alfredo Polanco, aseguró que de los 70 pacientes con insuficiencia renal que asisten al centro, el 80 por ciento está en hemodiálisis y de éstos, de un 10 a un 15 por ciento tiene hepatitis C, "estadísticas prácticamente semejantes a las internacionales, un poco más por nuestra condición de país subdesarrollado".

Las transfusiones deben evitarse

De un 10 a un 15 por ciento de los enfermos renales del hospital Luís Eduardo Aybar está infectado con hepatitis C, pero en la generalidad de los casos, su condición es producto de las transfusiones sanguíneas.
Esto se debe al llamado "período de ventana"s, en el cual el paciente adquiere la infección y no es detectado hasta que presenta las manifestaciones clínicas. Lo mismo ocurre con la sangre. Ésta puede ser sometida a todos los análisis y no reflejar la infección, sino hasta transcurrido un tiempo que va de tres a seis meses.
Los pacientes con hepatitis C se dializan en máquinas exclusivas. Esta regla es seguida con rigurosidad en el hospital Luís Eduardo Aybar, según el nefrólogo internista Alfredo Polanco. "El modo de contagio no son las máquinas, ya que son higienizadas con cloro", argumenta.
Pero Eric Báez Ortiz, jefe de servicio de nefrología y Transplante Renal del hospital docente Padre Billini, considera que nada garantiza la total desinfección de estas máquinas, ni del filtro, en caso de que se reúse, pues hay que tomar en cuenta la calidad del material de que se trate.
"Cuando el filtro es malo hay peligro de contagio, (los mejores filtros son los de hemofan y polisulfona) pero el mejor es el de polisulfona, porque es más biocompatible, tiene más bioseguridad. Las fibras de los que no son de polisulfona no son iguales y se rompen", explica Báez, agregando que estos filtros no aguantan muchos lavados y las bacterias pueden pasar al enfermo.
El proceso es seguro. Pero nada es cien por ciento seguro, concuerda Polanco. En el hospital docente Padre Billini se dializan alrededor de 200 personas y sólo 15 están infectadas con hepatitis C. Trece de ellos la adquirieron por transfusión. "Tenemos doce o trece máquinas para hepatitis C, y la mayoría de los pacientes no se infectaron aquí, sino que vinieron así de la calle", señala Gladstone Cumberbatch.
La unidad hace análisis epidemiológicos cada quince días y a los enfermos se les hacen las pruebas de seguimiento cada dos meses. "Esta unidad no tiene nada que envidiarle a cualquier unidad de diálisis del extranjero", acota el director del Padre Billini, Gladstone Cumberbatch. En esa unidad de diálisis los pacientes con hepatitis C ocupan un lugar aparte de los demás, aunque sea en la misma sala.

Riesgos

Los pacientes en diálisis se pueden infectar por bacterias, sobre todo aquellos que son portadores de injertos o cateters para diálisis de emergencia. Por el lado viral pueden ser por infecciones con hepatitis A, B, C, G y VIH.
"Las infecciones son intravenosas o por contacto con líquidos corporales, como saliva, sangre o materiales contaminados. En general, la hepatitis B es la más contagiosa, pero todas son peligrosas, porque pueden terminar en hepatitis crónica o en un carcinoma", explica la presidenta de la Sociedad Dominicana de Nefrología.
Opina que se debe prohibir que los pacientes, enfermeras, personal de apoyo o médicos, coman o manejen alimentos dentro de la unidad, porque muchas veces la contaminación se da de persona a persona.

Reglas generales

Hacer pruebas de rastreo a todos los pacientes y personal a intervalos regulares (hepatitis B, C, VIH y otras).
Inmunizar contra la hepatitis B a todos los pacientes y personal; repetir Ag Hbs bianualmente y vigilar pacientes anti Hbs (positivos) cada año.
Dializar a los pacientes positivos en unidades separadas, con máquinas y personal exclusivo.
Hacer constancia de las infecciones en las historias clínicas y todas las muestras.
El personal debe usar vestimenta adecuada (batas, guantes, mascarillas, gafas).
Cambio de guantes y lavado de manos antes y después de maniobrar cada paciente.
Manipular con cuidado los objetos punzantes o cortantes y eliminarlos en contenedores rígidos.
Esterilizar adecuadamente o incinerar los productos contaminados.
Lavar correctamente toda salpicadura de sangre con hipoclorito sódico al 8 por ciento.
No compartir instrumental (pinzas, frascos de desinfectante, etc.) o medicación entre pacientes.
Desinfección de las superficies y circuitos de las máquinas de diálisis.
Centralizar áreas para la preparación y distribución de la medicación.
Realizar análisis virológicos a pacientes que presenten un brote de aminotransferasas.
Tratar el agua a utilizar en el proceso.

Fuenteiario Listín , Santo Domingo

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