Hepatitis C 2000
Con motivo de celebrarse hoy el Día del Dador Voluntario de Sangre, quise hacer unas reflexiones sobre el tema, especialmente respecto a la donación en sí, y a los análisis que le hacemos a cada dador, antes de utilizar su sangre. El estudio de los donantes de sangre es un buen índice de la población sana de una ciudad o región. Nadie se presenta a que le extraigan una cantidad de sangre si no está convencido que no tiene ninguna enfermedad, o al menos así se siente.
Sobre la donación de sangre, deben tener claro que es un acto que no tiene absolutamente ningún riesgo. Todo el material que se utiliza es descartable y único para cada dador. Estando en condiciones físicas de dar sangre (sano, mayor de 18 años, más de 50 Kg de peso y cumplir los requisitos que se les preguntarán) los 350 cc que se le extraen, solo le pueden producir beneficios.
Los glóbulos rojos tienen una vida de 120 días, es decir, en este período toda nuestra sangre se ha renovado por la producción constante de la médula ósea. El volumen y cantidad de glóbulos están regulados por parámetros internos que son absolutamente personales, pero ante una pérdida, los mecanismos de reposición se ponen en marcha inmediatamente, no sólo de los glóbulos sino de las múltiples sustancias que lleva disueltas nuestro plasma. La donación de sangre estimula los procesos de recuperación y mantienen el sistema preparado, en alerta y listos para cualquier necesidad propia. Esta estimulación es muy beneficiosa para cualquier eventualidad que uno enfrente, y no es cierto que produzca aumento de peso, eso es un mito que ya no admite justificación.
Pero además de los grandes beneficios fisiológicos de la donación de sangre, no son menores los de orden social y espiritual. Su sangre puede ser la diferencia entre la vida y la muerte de una persona, en casos extremos. No hay todavía un reemplazo adecuado para la misma, y con adecuado quiero decir con tantos beneficios y además accesible, ya que es gratis para el dador, que no sólo no gasta nada sino que a cambio recibe para su organismo el mismo efecto que una vacuna para una infección, a partir de la donación se defenderá mejor. El receptor, que generalmente está en una condición de degradación de su salud, recibe no solamente una cantidad de glóbulos rojos para oxigenar su organismo, sino también proteínas, anticuerpos, y toda la enorme batería de sustancias que transporta nuestra sangre.
El dador, finalmente y más importante, se lleva además algo que no se puede valorar en términos materiales, la satisfacción de una buena acción, la maravillosa sensación de dar, de ayudar y de la manera más correcta, anónimamente. Ese alimento espiritual que significa haber hecho algo bien, de relevancia, de gran contenido fraternal, se quedará almacenado en la caja fuerte de sus tesoros, y créalo o no, es acumulativo. Cada vez que haga un balance de su vida, esto lo contará en el haber y volverá a generar ese cosquilleo de placer que causan las obras de bien y el agradecimiento de quien la recibió.
El poeta brasilero Mario Quintana decía que la sonrisa enriquece a los receptores sin empobrecer a los dadores. El donar sangre, enriquece a ambos, receptores y dadores.
Como se deduce de la tabla insertada al final, 28 personas de cada mil tienen anticuerpos de alguna enfermedad infecciosa,lo que no quiere decir que tengan la enfermedad, la mayoría de las veces son portadores sanos. En el caso de la investigación de anticuerpos anti HIV, si da positivo, siempre se realiza la confirmación porque el método utilizado es de screening, es decir de descarte, de alta sensibilidad pero menor especificidad. El método Western Blot es más específico y en nuestro caso, ninguno de los 6 dadores que positivizó la primera reacción fue confirmado, lo que es bueno. Pero también es bueno hacer mención que los números delatan un comportamiento positivo de la población, que otras veces se 'disfrazaba' de dador para en realidad saber si tenían o no HIV, esto producía, de resultar positivo, el tener en el Banco de Sangre una bomba de 500 cc de sangre potencialmente contagiosa, en especial, para el personal del Servicio. Ese comportamiento no lo tuvimos en estos cinco años y también mucho ayudó el exhaustivo estudio que se realiza a cada potencial dador. Como ejemplo, una persona con tatuaje reciente se lo rechaza como donante, por el peligro potencial que tiene esa práctica.
Son notorios los altos niveles de Chagas, Hepatitis B y Hepatitis C, considerando para la primera de ellas que Venado Tuerto estaba en una zona libre de vinchucas hace 28 años, cuando comencé con mi profesión aquí. Muchos factores contribuyeron a la difusión de esta enfermedad, como la venida masiva de trabajadores para tareas agropecuarias provenientes de regiones endémicas y los cargamentos de leña, que deberían desinsectarse antes de entrar a la población. Prédica que hasta hoy no ha tenido respuesta.
Tanto la hepatitis B como la C, son de no fácil transmisión, sólo lo hacen vía sanguínea y vía sexual, por lo que espero que este artículo sea un aviso importante para las prevenciones que se deben tomar, 6 de cada 100 personas son portadoras de uno de esos virus .
Pese a que podría esperarse una zona con mayor índice de brucelosis, por suerte no lo es, y los casos de sífilis confirmados (por TPA) 6 sobre 11 VDRL positivas, tampoco son un problema, estadísticamente.
Tomando como base los cinco últimos años, nuestra experiencia está expresada en la tabla adjunta
(2004 solo se considera hasta 31 de octubre) Dadores Totales: 4939. CHA es Chagas, HBS Antígeno de superficie de Hepatitis. B, HCV virus de hepatitis C, SIF sífilis por VDRL, BRU Brucelosis, Huddlesson, HIV Anticuerpos anti virus HIV, WB Confirmación de Ac anti HIV por Western Blot, TPA confirmación de Sífilis por Hemoaglutinación, p24 antígeno p24 de HIV, HBc antígeno core de Hepatitis B.
* El Dr. Juan José A. Juri pertenece al servicio de Medicina Transfusional e Inmunoserología del Hospital SAMCO Dr. Alejandro Gutiérrez, Venado Tuerto.
Por: Dr. Juan José A. Juri (9/11/2004)
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