Con hepatitis C, el 80% de los que recibieron sangre antes de 1990 en México

Hasta 80 por ciento de personas que recibieron transfusiones sanguíneas antes de 1990 están infectadas con el virus de la hepatitis C. Especialistas aseguraron que en el país hay 1.2 millones de portadores de la enfermedad, pero sólo una cuarta parte lo sabe.

El virus es capaz de sobrevivir en condiciones extremas, por lo que inclusive se puede adquirir mediante contacto con sangre seca contaminada. Una de las principales complicaciones del padecimiento es la cirrosis, la cual ocupa el quinto sitio en la tabla de mortalidad general, siendo en los hombres la tercera y para las mujeres la séptima.
Con la finalidad de hacer conciencia entre la población sobre la necesidad de atender ese problema, la Fundación Mexicana para la Salud Hepática (FundHepa) instituyó el Día de la Salud Hepática, que se celebrará el próximo 14 de mayo.

Se trata de resaltar la importancia del cuidado del hígado, órgano que realiza alrededor de 5 mil funciones de manera cotidiana y ningún otro lo puede sustituir.

Actualmente la manera más común de localizar a las personas que portan el virus es cuando acuden a donar sangre. Para la realización del procedimiento es requisito indispensable la toma y análisis de una muestra para asegurar la calidad de la misma. Y es que la presencia del virus no provoca ningún síntoma, sino hasta que hay afectación al hígado, cuando generalmente es irreversible.

David Kershenobich, director médico de la FundHepa, comentó sobre la falta de cuidado de la salud en México. Debido a que antes de 1986 la sangre se comercializaba, el riesgo de que quienes recibieron transfusión en esos años estén infectados es muy alto. Aseguró que hasta 80 por ciento de esas personas podrían ser portadoras del virus.

Otra forma de dañar el hígado es por el alto consumo de bebidas alcohólicas y drogas, así como con la realización de tatuajes y perforaciones en el cuerpo.

Respecto de las complicaciones, el especialista comentó que entre 20 y 30 por ciento de portadores del virus de hepatitis B y C pueden desarrollar cirrosis al cabo de 10 y hasta 30 años. De éstos, la mitad llegará a encefalopatía hepática.

La gravedad de la infección por hepatitis C se debe a que es altamente contagiosa y aún en condiciones extremas el virus puede sobrevivir. Es frecuente la transmisión vía sexual y por la utilización de agujas entre usuarios de drogas intravenosas.

Sobre el tipo B, el especialista mencionó que es posible prevenirla con la aplicación de la vacuna, disponible en México en la cartilla universal de inmunización, aunque jóvenes y adultos también deberían aplicarse el biológico, dado que su incorporación al esquema es relativamente nueva.

Ángeles Cruz Martínez - La Jornada - mayo de 2008

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