El 94% de los españoles considera la cirrosis como la segunda enfermedad digestiva más grave sólo por detrás de los cánceres digestivos
Si bien no existen datos exactos sobre la prevalencia de la enfermedad en España, se calcula que afecta al 1-2% de la población y es más frecuente en varones a partir de los 50 años. La cirrosis es una patología crónica e irreversible en la que el tejido hepático se ve afectado de forma progresiva hasta ser sustituido por un tejido fibroso junto a nódulos de regeneración que no permiten al hígado ejercer sus funciones. En la mayoría de los casos, la enfermedad está desencadenada por la ingesta abundante de alcohol y por el virus de la hepatitis C: éstas son las dos principales causas de cirrosis en el mundo occidental.
"Eliminar o actuar contra la causa etiológica que subyace tras esta enfermedad -apunta la doctora Marina Berenguer- es la mejor forma de luchar contra la cirrosis. Es decir, la eliminación del alcohol y el control de los virus de la hepatitis C y B son las principales armas para luchar contra la causa que produce esa alteración hepática. Si no se puede, para prevenir las complicaciones se emplean distintos medicamentos, dependiendo de los síntomas y alteraciones que presente cada paciente".