Aplican nuevas leyes a comercio de tatuajes

Denuncian al dueño de un local por colocar un piercing en la lengua a una menor

Argentina - La madre de una joven 14 años denunció al propietario de un comercio que se dedica a hacer tatuajes, por ponerle un aro en la lengua a su hija; Reclamó que la adolescente no concurrió al lugar con la autorización correspondiente.

En la jornada del sábado una mujer se presentó en la Jefatura de Policía para efectuar una denuncia contra el propietario de un comercio ubicado sobre calle 8 de Junio de Concepción del Uruguay. Se trata de la madre de una menor de 14 años, la cual se mostró muy molesta porque su hija apareció con una perforación y un aro en su lengua.

Momentos antes la adolescente había llegado hasta el local de tatuajes y piercing y solicitó que le pongan el aro, a lo cual el propietario del local habría accedido sin tener en cuenta que para eso la menor debía contar con la autorización de sus padres, indicó La Prensa Federal. Una vez realizado el trabajo la adolescente se retiró del lugar pero más tarde su madre vio lo que se había hecho y se molestó. La mujer se habría acercado al local para decirle "si la herida se le infecta es tu culpa", tras lo cual se dirigió a radicar la denuncia.

Losa riesgos de las perforaciones.

Llevar un pendiente en la lengua es una práctica tan de moda que parece increíble que ya se utilizara entre la población Maya en Centroamérica durante las ceremonias religiosas. Los piercing también eran habituales en muchas tribus, que siguen perforando sus cuerpos en los ritos de iniciación en la edad adulta. Pero esta práctica conlleva una serie de riesgos que se deben conocer.

Si se va a realizar una perforación en alguna parte de cuerpo se debe exigir que el local cumpla estos requisitos: Los aros solo podrán ser de oro de 14-16 quilates, titanio o acero. Los utensilios y materiales deben estar esterilizados y ser desechables. Los operarios deben llevar ropa específica, utilizar guantes quirúrgicos, estar vacunados contra la hepatitis B y el tétanos y abstenerse de realizar cualquier intervención si están enfermos. También se obliga a que los menores de 18 años vayan acompañados por un adulto y cuenten con autorización de sus padres. Aunque se cumplan todos estos puntos, algunas personas pueden presentar reacciones ante ese nuevo elemento.

La Voz - enero 2010 - nota completa

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