Este tratamiento pretende eliminar el virus, reducir los síntomas de la enfermedad y evitar sus complicaciones a través de dicho inhibidor de proteasa, el cual estimula el sistema inmune e interfiere en la replicación viral que llega a ser de millones en un contagiado.
Resaltaron la importancia de este tratamiento, sobre todo porque se espera un disparo significativo y preocupante en los contagios, debido a que en la década de los 80 en México se llevaron a cabo transfusiones de sangre sin regulación y seguridad.
Esa situación, comentaron, es parte del problema que ahora se tiene, ya que 170 millones de personas en todo el mundo están contagiados con esa enfermedad que es silenciosa, pero curable si se efectúa un tratamiento adecuado.
De ahí la relevancia de los nuevos métodos de atención como los inhibidores de proteasa, comentó el profesor de medicina y jefe de Gastroenterología y Hepatología de la Universidad de Tulane, Luis Balart.
Resaltó que estos procedimientos se llevan a cabo con gran éxito en varios países de Europa, así como en Estados Unidos y Brasil.
Entrevistado en el marco del Noveno Seminario Latinoamericano de Periodismo en Ciencia y Salud, reconoció el avance médico de México, lo que podría hacer más factible que las autoridades aprueben la utilización de estos inhibidores.
Aunque reconoció que el tratamiento es "muy caro", consideró que eso no impedirá que se impulse en México ante la efectividad de los resultados y la magnitud del problema que se vive y se avecina, lo que representaría menos gasto que los que generan los contagiados.
Aclaró que se logra salvar la vida si el paciente inicia el tratamiento antes de entrar en la última fase, que es cuando llegan a generar cirrosis o cáncer en el hígado, por lo que advirtió que para no ser contagiados es necesario tener mucho cuidado con la trasfusión de sangre y jeringas contaminadas.
Balart refirió que entre los síntomas que se presentan por el contagio de Hepatitis C se encuentran náuseas, anorexia, fiebre, ictericia, fatiga, orina oscura y deposiciones claras.
Como medidas de sanidad para evitar la transmisión de este padecimiento recomendó no compartir jeringas, máquinas de afeitar, cepillo de dientes o cualquier otro elemento que pueda contener sangre infectada.
Enfatizó que la mayoría de las personas no experimentan síntomas durante la fase aguda de la infección, y de 20 a 30 por ciento de los que sí experimentan síntomas tienden a ser inespecíficos.
El especialista recordó que la hepatitis es una inflamación del hígado que generalmente es causada por un virus, en el caso de la tipo C, y junto con la B pueden generar la forma crónica de la enfermedad, lo que las convierte en importantes causas de afecciones graves y pueden llevar a la muerte.
Por Jacqueline Rico Dueñas - SDP Noticias - Boston, 28 Oct. (Notimex) - Nota completa