Más del 70% de los infectados no sabe que tiene el virus: 
Con una simple gota de sangre obtenida de un pinchazo en un dedo, cualquiera puede saber en pocos minutos si es o no portador del virus de la hepatitis C. Este examen rápido que detecta el 99% de los casos, junto a nuevos y más eficaces medicamentos, ha cambiado el panorama de esta enfermedad, que cada año infecta a entre 3 y 4 millones de personas en el mundo.
Ante esta nueva realidad, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Atlanta, de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), "decidieron aconsejar la realización de este test a los mayores de 45 años, los llamados baby boomers . Esto, porque ellos se sometieron a cirugías y transfusiones cuando aún no había forma de detectar este virus", explica el doctor Luis Balart, jefe de Gastroenterología y Hepatología del Centro Médico de la Universidad de Tulane, en New Orleans.
Este especialista expuso sobre la estrategia que se requiere para erradicar esta enfermedad, que es de evolución silenciosa y que puede demorar 20 años en dar síntomas. Esto lo hizo durante el "X Seminario Latinoamericano de Periodismo en Ciencia y Salud", realizado la semana pasada en Nueva York.
"Existen 170 millones de infectados crónicos en el mundo con este virus, y más de un 70% de ellos no lo sabe", advierte el doctor Balart.
Esto hace de la hepatitis C un problema de salud pública. Pero hoy, con las nuevas terapias que curan a más del 65% de los pacientes, las autoridades sanitarias están impulsando campañas de detección masivas para poder tratar a los portadores.
En Chile, éstos sumarían unos 80 mil casos, que son el blanco de varias campañas de pesquisa que se han empezado a realizar en el país.
Curable
"Durante el verano pasado hicimos más de 7 mil de estos tests rápidos en el litoral, entre Papudo y Pucón", dice el doctor Javier Brahm, profesor de medicina y director de Gastroenterología del Hospital Clínico de la U. de Chile. En todo caso, el examen aún no está disponible en forma comercial en el país.
"Esta enfermedad es la única infección viral crónica que tiene un tratamiento curativo", explica el doctor Brahm. Según este especialista, existe también un perfil genético que permite anticipar la respuesta que el paciente tendrá a la terapia. Si es sensible, se le trata de inmediato; de lo contrario, "incluso podemos esperar que aparezcan nuevas drogas que puedan asegurar mayores porcentajes de curación", advierte. Algo que se espera suceda a fines de este año o principios del próximo, cuando se disponga de dos fármacos que combinados con los ya existentes curan a casi dos tercios de los pacientes.
"El mes pasado hicimos una campaña de detección en que usamos el test rápido en 500 personas", dice el doctor Marco Arrese, hepatólogo y jefe del Departamento de Gastroenterología de la Escuela de Medicina de la U. Católica.
Este especialista recomienda que el examen se lo realice toda persona que se haya hecho una transfusión antes del año 1994. Esta fecha marca el inicio de la detección de este virus en los Bancos de Sangre del país.
Dentro de dos años, según el doctor Balart, aparecerá una nueva familia de drogas, las inhibidoras de la polimerasa, que permitirán curar al 90% de los pacientes. "Incluso existe otro test rápido que es de saliva, el que todavía no ha sido aprobado por la FDA", dice el especialista.
Todas estas armas permitirán a futuro, según Balart, erradicar del mundo esta enfermedad.
Por Sebastián Urbina - El Mercurio, 30 de mayo - En Mutual Chile - Nota completa