Lamentablemente una terrible enfermedad, la cirrosis (insuficiencia hepática) lo llevó a este cuadro clínico crítico y la única forma de salvar su vida es a través de un trasplante de hígado. Wiston Zambrano tiene 55 años y a pesar de tener aun muchas cosas por vivir, ya no le queda tiempo " los médicos tratantes nos dijeron que el trasplante debe ser de inmediato. Pero ese ángel que salvará la vida de nuestro padre aun no llega "
Hemos hecho todo lo que ha estado a nuestro alcance. Amigos y familiares tampoco pasaron ese día de fiesta, se dedicaron a correr de un lugar a otro entregando volantes e informando a los médicos de cada hospital del país cómo debe realizarse el procedimiento para obtener una donación. Apelamos a la sensibilidad de los médicos que laboran en todos los centros de emergencia y terapia intensiva del país, a los directores de hospitales públicos y privados, a las autoridades tanto del gobierno nacional como el Ministerio de Salud y a todos aquellos que trabajan en el área de salud que informen a la ONTOT (Organismo Nacional de Trasplante de Órganos y Tejidos) de cualquier paciente con criterios para ser un potencial donante.
Aparte de nuestro familiar hay 18 personas en la lista de espera para trasplante hepático, sin embargo hace tres meses que no se realiza este procedimiento por la falta de donantes. Vivimos en un país en donde la muerte por eventos violentos se da día a día y es una de las principales causas de muerte junto con los eventos cardiovasculares y el cáncer; ¿es posible que sabiendo esto no se puedan concretar donaciones?
Sr. Rafael Correa, lo felicitamos por haber dado pie a la aprobación de la ley de trasplantes del 4 de marzo del 2001, pero el tiempo apremia. Muchos ecuatorianos mueren día a día por falta de agilidad en este procedimiento; le pedimos de corazón que dé vía libre a la aprobación de las normas que la regulen para que así sean más vidas las que se salven.
A la comunidad en general solo queremos decirles que entendemos el dolor de aquellas familias que pierden de manera abrupta a un ser amado, pero si está en sus manos permitir que una vida que se apaga trascienda dentro de otro ser, van a poder experimentar no solo paz en su alma sino el regocijo de salvar a un padre, a un amigo, a un hijo, a un hermano. Mañana puede ser alguien que tu amas.
"Cuando la vida se apaga podemos seguir viviendo, si donamos nuestros órganos o tejidos a un ser que en su lecho del dolor lo necesita". Juan Pablo II.
Jenny de Zambrano; Javier, Jenifer, Jessenia, Cristian y María José Zambrano
El Diario - Ecuador - Junio 2011 - nota completa