Mensajes de texto ayudan a jóvenes con trasplante hepático

textos CHICAGO (Reuters Health) - Para los adolescentes que recibieron un trasplante hepático, los recordatorios por mensaje de texto para tomar los medicamentos minimiza el riesgo de que su organismo rechace el órgano trasplantado.

La información surge de un estudio sobre 41 receptores jóvenes de un trasplante de hígado, cuyos resultados presentó durante la Semana de la Enfermedad Digestiva un equipo de investigadores del Hospital Mount Sinai, en Nueva York.

Los pacientes habían recibido el trasplante en algún momento 13 años antes del estudio; en promedio, dos años antes. El 70 por ciento se administraba los medicamentos para evitar que el sistema inmunológico rechace el hígado donado.

En cada caso, el administrador primario de los remedios (el paciente o el cuidador) detalló los horarios en los que debían enviarse los recordatorios a sus teléfonos celulares. A su vez, debían responder el recordatorio con otro mensaje de texto. Los textos se enviaron durante seis meses.

La doctora Tamar Miloh explicó que se analizaron muestras de sangre para conocer los niveles de los fármacos en el organismo de los participantes y establecer su adherencia al tratamiento.

Según Miloh, se estima que el 40 por ciento de los adolescentes con un trasplante de hígado no adhieren al régimen terapéutico, que es el motivo principal de los rechazos de órganos de donante.

Durante el año previo al estudio, el 49 por ciento de los pacientes había sufrido caídas de los niveles de los fármacos en el organismo, lo que aumentaba su riesgo de sufrir un rechazo del órgano.

A los seis meses del inicio del programa, apenas el 15 por ciento de los pacientes tenía niveles peligrosamente bajos de los fármacos en el organismo.

En el año previo al inicio del estudio se registraron 12 episodios de comienzo de rechazo del órgano trasplantado, pero sólo dos episodios después del inicio del sistema de recordatorios.

Trece pacientes abandonaron el estudio, principalmente por el costo, ya que las familias debían pagar sus celulares y los mensajes de texto. Aun así, esos pacientes mantuvieron un mayor nivel de adherencia a los medicamentos.

"Creemos que durante esos seis meses, los participantes aprendieron de qué se trata la adherencia terapéutica y se reforzó esa conducta, lo que permitió que la ejercitaran aún después de abandonar el estudio", dijo Miloh.

El equipo solicitó fondos para realizar un estudio más grande, en el que se cubrirán los gastos de los teléfonos celulares y el envío de los mensajes de texto.

Por Martha Kerr - Buena Salud - 09 junio de 2009 - Leer la nota completa

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