Luego de diez años realizan nuevo trasplante de hígado en hospital de Costa Rica

Una intervención quirúrgica que duró 12 horas reinauguró la Unidad de Trasplantes de Hígado del Hospital Calderón Guardia.

Tras diez años de estar clausurado, el servicio volvió a funcionar y, con la operación, pretende devolverle la salud a un agricultor de Tucurrique, Jiménez, Cartago.
El paciente, Ervin Peraza, tiene 45 años y hace tres que sufría una enfermedad crónica que le producía sangrados esofágicos y hepáticos tan severos que el tratamiento farmacológico que recibía no le hacía ya ningún efecto.

"Nos preparamos durante dos años para volver a realizar trasplantes de hígado y este paciente resultó ser el ideal, ya que no solo era compatible con el donante, sino que, pese a lo precario de su estado de salud, sus posibilidades de recuperación nos parecieron óptimas", comentó Luis Paulino Hernández, director del Hospital.

La operación comenzó el viernes a las 5.45 p. m. y estuvo a cargo del doctor Clive Montalbert. Ayer, tras cumplirse las 72 horas de cuidados postoperatorios, el paciente permanecía estable.

En esas primeras 72 horas el riesgo de sangrado y rechazo del órgano es muy alto, pero Peraza superó con éxito los mejores pronósticos y antes de lo previsto le retiraron las sondas gástricas y urinarias. Ayer solo recibía asistencia para respirar.

No solo los 12 médicos y enfermeros de la Unidad de Trasplantes de Hígado siguen de cerca la recuperación de Peraza. Otros diez pacientes que están en la lista de espera en ese centro médico celebran el resultado de esta operación, ilusionados con que su turno de entrar al quirófano esté cada vez más cerca.

"Confiamos en poderlos atender a todos en breve. Incluso, podríamos hacer hasta 20 trasplantes al año, ya que tenemos el equipo y el personal adecuados; ahora, solo nos hace falta que aparezcan los donantes" , manifestó Hernández.

Nuevas opciones. El Calderón Guardia fue el primer hospital del país en el que se llevó a cabo un trasplante de hígado. En febrero de 1993, Marlene López se sometió al procedimiento, pero, seis años después, el servicio dejó de funcionar.

Según Hernández, la clausura fue, fundamentalmente, un asunto político que, una vez dirimido, les permitió a los doctores y enfermeros capacitarse en España, Estados Unidos y Argentina antes de volver a entrar en el quirófano.

"Más que invertir en infraestructura, nos preocupamos de que el personal que no había hecho trasplantes en los últimos años realizara cursos de actualización. Para ello destinamos ¢100 millones", señaló Hernández.

Sin embargo, el éxito de esta primera operación hizo que el Hospital anunciara su pretensión de destinar 120 metros cuadrados y ¢300 millones para construir una nueva Unidad de Trasplantes de Hígado.

Según Hernández, estos trasplantes son complejos y los que mayor demanda tienen.

"El consumo de alcohol, la hepatitis y las enfermedades genéticas nos hacen prever que cada vez más ticos van a necesitar un trasplante", agregó Hernández.

La Nación (Costa Rica) - 21 abril 2009 - Nota completa

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