Los que lograron el trasplante

Aunque la procuración de órganos baja año a año en la provincia, el jefe de la unidad de trasplante del Instituto Cardiocular de Rosario (ICR) y del Sanatorio de Niños, Daniel Beltramino, se mostró satisfecho respecto al año pasado, cuando se lograron implantar 16 hígados: 12 en pacientes adultos y 4 en niños. Todos ellos están en buen estado de salud.

El médico explicó que "la procuración de hígado se realiza a nivel nacional y no depende de lo que se done en la provincia", lo cual consideró como una ventaja. Y contó que "cada vez son más los pacientes en lista de espera para el trasplante hepático".

Lo que sucede es que la medicina avanza y se van descubriendo más enfermedades que pueden curarse con un trasplante (en este caso hepático). Además, cada vez se intervienen a personas de mayor edad, algo que antes no se hacía.

"Siempre la demanda es mayor que la procuración", señaló Beltramino antes de opinar que "ahora se dona menos porque cuando la gente no está de buen ánimo la procuración baja, sobre todo cuando hay inconvenientes socioeconómicos", manifestó.

El médico contó que el último trasplante hepático realizado en Rosario (único centro del interior del país) fue a un niño a quien su madre le donó un trozo de su hígado. "Le dimos el alta para que pudieran pasar la Navidad en su casa", comentó el especialista satisfecho.

Por otra parte, Beltramino explicó que "así como hay cada vez más gente que espera un trasplante hepático, hay menos que aguardan un corazón, porque la ciencia va descubriendo otras formas de tratar enfermedades cardíacas que evitan llegar al implante". Y destacó que "es más fácil donar un trozo de hígado que un riñón, porque el hígado se reproduce y lo único que le queda al donante es una cicatriz, mientras que quien da un riñón se queda sin ese órgano". De allí que se entienda por qué siguen siendo tantas las personas en lista de espera para recibirlo

Diario La Capital - febrero 2011 - Nota completa

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