La decisión de donar órganos en el DNI no se cumple en Perú

Ley de trasplantes contempla acatar deseo expresado en documento. En enero se perdieron 28 posibles donantes por negativa familiar

Lima, Perú - Hilda Lazo tiene 58 años y, como muchas señoras de su edad, hoy se da tiempo para encargarse de su casa y estar pendiente de sus hijos y nietos. Pero hasta hace dos años vivía atada a un balón de oxígeno portátil y sin la posibilidad de realizar casi ninguna actividad, debido a la microlitiasis alveolar pulmonar (movilización de calcio hacia los pulmones que endurece el tejido) que se le diagnosticó en 1999. Un trasplante la salvó y le cambió la vida.

En enero pasado unas 150 personas, que se encuentran en lista de espera, pudieron tener una oportunidad similar a la de Hilda; sin embargo, debido principalmente a la negativa de los familiares, se perdieron 28 casos para trasplantes de órganos. Así lo informó la Oficina Nacional de Donación y Trasplante (ONDT) del Ministerio de Salud de Perú.

Según el doctor Juan Almeyda, director de la ONDT, las justificaciones para las negativas suelen reflejar los mitos que se han forjado a través de los años y la falta de información sobre el tema. "Algunos no aceptan porque aseguran que en sus lugares de procedencia se entierran a los muertos completos. Otros se niegan creyendo que tras la donación no podrán velar a sus familiares y eso es totalmente falso", asegura.

Agrega que las extracciones a los fallecidos se hacen de manera similar que una cirugía en pacientes vivos. "Se cierran los cortes colocando puntos y las intervenciones se realizan en salas de operaciones con los mismos cuidados y asepsia, pues hay que preservar el órgano", detalla.

DECISIÓN PROPIA
Desde hace unos años se incluyó en los datos consignados en el Documento Nacional de Identidad (DNI) la autorización del ciudadano para que se utilicen sus órganos tras su fallecimiento. Y aunque para la gran mayoría aquello parezca letra muerta, en realidad su validez está refrendada legalmente.

"La ley del trasplante le brinda validez a lo expresado en el DNI, y agrega que en caso de que no haya certeza de la voluntad del fallecido se recurrirá a la familia. Sin embargo, en la práctica si extraemos los riñones haciendo caso al DNI sin consultar a nadie, la familia podría hacer un escándalo por la falta de cultura y habría más desconfianza en el sistema", precisa Almeyda.

Ante esta situación, el doctor Uriel García, ex ministro de Salud y consultor de El Comercio, considera que los médicos deben tener suficiente autoridad moral y ética para explicar a los deudos los beneficios de la donación de órganos basados en la decisión del fallecido. "En mi experiencia con autopsias he comprobado que se puede convencer a las familias sobre lo necesario de ese procedimiento para conocer las causas de los decesos. Lo mismo aplica para los trasplantes", indica.

Asimismo, señala que aunque existe legislación sobre trasplantes hay también un vacío legal en el Código Civil. "No está suficientemente claro a quién pertenece el cadáver. La costumbre es que los dueños del cuerpo sin vida son los parientes en línea de sucesión. Entonces no hay una clara definición sobre qué hacer si el propietario de los órganos dispone en vida que estos sean donados. Hay que revisar las normas, pero si alguien dice en vida que quiere donar sus órganos nadie puede oponerse a eso", recalca.

TRANSPARENCIA

Almeyda recuerda que en marzo entrará en funcionamiento un sistema con el cual la ONDT supervisará todo el proceso de donaciones y trasplantes para darle confiabilidad y transparencia.

Mitos vs. verdades

Del ojo solo se usa la córnea, que es una membrana. No se extrae el globo ocular.

Las historias sobre personas que son dopadas y que despiertan sin un riñón son solo leyendas urbanas. Para que un órgano sirva debe ser extraído con muchas medidas de seguridad y limpieza. Además, la compatibilidad del riñón es alta solo en familiares.

Un órgano solo puede ser trasplantado hasta seis horas después de haber sido extraído.

El Comercio – Por Bruno Ortiz Bisso - 06 de febrero de 2009 – Leer la nota completa

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