Discriminación a personas HIV+ en Paraguay

Vivir con VIH/Sida: entre la discriminación y la ignorancia

Los hospitales públicos están obligados a prestar atención a todas las personas por igual; sin embargo, según denuncias del último informe de la Codehupy, ha habido casos de rechazo hacia personas que viven con VIH/Sida. Por ejemplo, se les niega la realización de estudios de endoscopia, intervenciones quirúrgicas u otros procedimientos. La falta de educación sexual contribuye al aumento de casos. En el 2007 se registraron 675. El presidente de Amnistía Internacional Paraguay, Julio Torales, afirma que la discriminación y las desigualdades son los motores que dirigen la epidemia del VIH/Sida.

–¿Cuántas personas viven con VIH/Sida en nuestro país?
–Según el Programa Nacional de Control del Sida/ITS (Pronasida), desde la notificación del primer caso de sida en el país (año 1985) hasta mayo del 2008 se registran 5.871 personas que viven con el VIH/Sida, de las cuales 3.926 están infectadas sin enfermedad indicadora de sida, 1.892 con enfermedad indicadora y 53 desconocidos. Los fallecidos suman 920 personas. Durante el año 2007 se han registrado 675 casos, un promedio mensual de 56 nuevas personas que viven con el VIH/Sida.

"POLITICOS Y RELIGIOSOS DIFICULTAN EL ACCESO A LA INFORMACION", DIJO TORALES

–¿Cuál es el principal problema de vivir con VIH/Sida en Paraguay?
–En Paraguay, la discriminación hacia personas que viven con el VIH/Sida se ha convertido en estigma, alimentado por el temor y la ignorancia. La discriminación está relacionada con la falta de educación y la información inexacta respecto a las formas de transmisión y tratamiento del VIH. Muchas veces, mensajes contradictorios emitidos por algunos líderes políticos, sociales o religiosos no han hecho más que dificultar el acceso a la información completa y exacta para impedir la propagación del VIH y mitigar sus efectos.

–¿La desinformación genera problemas para combatir la enfermedad?
–Exactamente. Hace poco un cardenal católico afirmó: "El VIH puede atravesar los preservativos", confundiendo y desinformando a toda la sociedad. Se debe recalcar que científicos médicos y profesionales de la salud de todo el mundo han manifestado públicamente y de manera abrumadora que el uso de preservativos es un método eficaz y necesario de prevención de la trasmisión del VIH; sin embargo, la declaración de este alto exponente religioso demuestra una política de oposición al uso de preservativos en todas las circunstancias, adoptada por el Vaticano, política que es incompatible con los conocimientos científicos y que pone en peligro la vida de las personas.

La discriminación y la estigmatización de las personas que viven con VIH/Sida son claras violaciones a sus derechos humanos fundamentales.

–¿La discriminación hacia las personas viola sus derechos humanos?
–La discriminación y la estigmatización de las personas que viven con VIH/Sida son claras violaciones a sus derechos humanos fundamentales y alimentan la pandemia del VIH/Sida en todo el mundo. En el Paraguay, desde el propio Estado, la discriminación hacia las personas parecería más que evidente: la Ley 102/91 "Que establece normas sobre el control y la prevención del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA)" define, en su artículo 8, "como grupos de riesgo a homosexuales, bisexuales, heterosexuales promiscuos, meretrices, proxenetas, drogadictos intravenosos, politrasfundidos, población carcelaria, niños, jóvenes de la calle y todo otro grupo así considerado por el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social". Esta legislación alimenta, sin lugar a dudas, el miedo, los prejuicios, el odio, la exclusión social y la discriminación hacia muchas personas y ciertos grupos marginados de la sociedad, acrecentando violaciones a sus derechos humanos fundamentales. Es importante recalcar que, bajo el liderazgo de la Fundación Vencer, una comisión de modificación de esta ley se ha conformado y se espera presentar al Congreso Nacional una propuesta de ley que proteja realmente los derechos humanos.

–Hay que reconocer que existe un temor hacia esta enfermedad y que así como la locura o la lepra, se busca aislarlos totalmente de la sociedad.
–La sociedad ha temido siempre a lo que mal conoce. La instalación de "leprocomios" y "manicomios" ha sido el resultado de políticas discriminatorias y de una sociedad que teme, excluye, encierra, aparta, olvida, ignora, interna y calla. El fracaso del Gobierno Nacional a la hora de hablar franca y abiertamente sobre el uso de drogas, el sexo y los métodos de prevención disponibles, temas que debido a las presiones de ciertos grupos fundamentalistas no han sido lo suficientemente debatidos, representa una señal de su falta de liderazgo y ha contribuido a acrecentar el miedo al VIH y a entorpecer la lucha contra él.

–¿Cómo luchar contra la estigmatización?
–Proporcionar información completa y exacta en todos los niveles educativos, tanto para garantizar que las personas pueden tomar medidas para protegerse como para superar el clima de temor y marginación existente. La información es importante, porque muchas de las personas con riesgo de infección por VIH y necesitadas de atención proceden de sectores ya marginados de la sociedad.
El Gobierno paraguayo debe asumir la responsabilidad de la aplicación de estrategias eficaces en materia de salud, desafiando los prejuicios y velando porque las personas que viven con el VIH estén en el centro de la respuesta nacional a la epidemia.

–Una mujer o un hombre con VIH/Sida que vive en el Chaco, ¿dónde realiza su tratamiento?
–El Pronasida está actualmente en proceso de descentralización de los servicios de salud relativos al VIH. Esto se ha conseguido sólo en cinco unidades: Asunción, Central, Itapúa, Alto Paraná y Pedro Juan Caballero. Por lo tanto, personas provenientes de otros puntos de la República deben acudir a Asunción o cualquiera de las otras cuatro unidades del interior. La centralización de los servicios, en definitiva, es una traba para lograr atención integral y es una violación de derechos humanos a la que el Gobierno Nacional debe dar respuesta.

ABC Digital, Cinthia López, septiembre de 2008, leer el artículo completo

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