Joven cordobes trasplantado hepático ya se encuentra en su casa

Tras recibir un trasplante hepático hace dos semanas

Argentina - El joven de 17 años llegó ayer a la casa de su abuela, en Oncativo, donde se alojará por un mes antes del retorno final a la ciudad de Oliva. "Se puso re contento apenas salió de la clínica", contó el padre

Valentín Fernández, el pibe de 17 años que hace un mes fue internado de urgencia en el Sanatorio Allende de la ciudad de Córdoba, ocupó el primer lugar en la lista de emergencia a nivel nacional para recibir un órgano y hace 15 días recibía el hígado de un donante, fue dado de alta médica ayer y llegó a Oncativo, donde reside su padre.
Le dieron la bienvenida sus familiares y los medios de comunicación, a quienes sus padres no ahorraron en agradecimientos por la función llevada adelante en pos de dar a conocer la situación, lo cual colaboró para hallar un donante, que finalmente "apareció" en Buenos Aires.
"Apenas salió de la clínica ya estaba contento, parecía que había estado preso, pero cuando llegó a la autopista la sensación que él emanaba era toda de felicidad", dijo Javier, su padre.
El retorno a casa estaba previsto para el viernes, pero fue demorado hasta ayer, y las ansias tanto de Valentín como de los suyos ya se hacían incontenibles.

Como una clínica... pero en lo de la abuela

En casa de su abuela Rosa Emilia Herrera, en Oncativo, la planta alta se adaptó a los requerimientos clínicos. "Son dos dormitorios, una sala comedor y una terraza que podrá disfrutar después; allí Valentín estará prácticamente aislado, con barbijo, incluso nosotros usamos barbijo. Acá no quedó florero, cuadrito ni adorno alguno, es como una sala de la clínica para él. Una enfermera lo asiste y le suministra la medicación, además de asearlo tres veces por día. Debe ser rigurosa la limpieza y el cuidado", detalló Javier.
Valentín deberá llevar una dieta en la que "podrá comer todo cocido, nada de alimentos crudos, mientras que la medicación dependerá de la reacción del organismo: algunos trasplantados lo necesitan siempre y a otros se les suministra temporalmente", explicó el papá.
Al mismo tiempo, Javier contó que su hijo "está con unas ganas de comer un asado, pero el clima no acompaña, así que tendrá que esperar".
En tanto, Valentín se distrae con la televisión, a la espera que su madre Andrea "consiga una ficha que necesita para conectar la computadora a Internet", narró. El lunes, Valentín manifestó el deseo de conectarse a la Web.

Una promesa

"Nunca pensé que me podría golpear a mí, menos con mi hijo. No dormí esos primeros momentos de la internación, cuando nos dijeron que en 48 horas tenía que aparecer un donante", dijo Javier.
Agregó que "fue un trago amargo, ahora tenemos que poner las fuerzas en esto, para que siga en la recuperación de Valentín".
Para Javier cambiaron muchas cosas, sobre todo lo que significa la donación de órganos: "Hace pocos días fui a renovar el carné de conducir y me anoté como donante. Otras veces no le presté atención, pero apenas le pasó a mi hijo eso cambió". Javier, apenas conoció la necesidad de Valentín ofreció su hígado, pero los médicos lo rechazaron porque, según indicó, debían extraerle el 80% del mismo (con lo que no resistiría) y era muy probable que a su hijo le resultara insuficiente.
"Con Andrea nos hicimos la promesa de promover la donación de órganos y en los casos que podamos estar al lado de las familias que pasen por situaciones como nos tocó a nosotros, en una espera desesperante por un donante", afirmó.
Respecto a los datos del origen del órgano que recibió Valentín, dijo que preguntaron más detalles, "para agradecer a la familia por dar vida", pero que no fue mucha la información, ya que se respeta un protocolo. Sí supieron que se trataba de otro pibe, fallecido en una accidente en Buenos Aires.

Como un milagro

"Sucedió, como dicen los propios médicos, por una ayuda de Dios", resumió Javier, para hablar de la milagrosa recuperación de su hijo.
Un cuadro gripal, según describieron, lo llevó cuatro días más tarde al Sanatorio Allende. Era domingo, 14 de marzo. Fue allí cuando los médicos estipularon que era urgente el órgano, Valentín encabezó junto a otros dos pacientes la lista de emergencias a nivel nacional para recibir un hígado. El plazo era de 72 horas, cuidar que la infección no avance y "mantener a Valentín", como decía su madre.
Sin embargo, el joven tuvo gran apoyo, familiares, docentes y compañeros del IPEM Nº72 (la Escuela Técnica) llevaron adelante cadenas de oración y a la semana siguiente, sin novedades del donante, comenzó a regenerar su hígado. Si bien tuvo días después una recaída, sirvió para ganar tiempo y en la madrugada del martes 30 de marzo, más de dos semanas después, la noticia se apoderó de las esperanzas de propios y extraños. En la mañana de ese mismo día se realizó la ablación en Buenos Aires y luego de 5 horas culminó el trasplante hepático. Valentín fue derivado a una sala de aislamiento del Sanatorio, donde comenzó su evolución y ayer tuvo el alta médico.
"Fue un milagro tras otro", sostuvo Javier. Pero además no le caben dudas: "Nuestros rezos fueron escuchados".

El Diario de Córdoba - abril 2010 - nota completa

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