Más de 500 personas no fueron avisadas que estaban infectadas por el VIH y hepatitis C
Es muy difícil la situación de las personas damnificadas por la falta de aviso de trasmisión de VIH y hepatitis C en Chile. Nos ocupa saber que sucede con las personas afectadas directamente con esta grave falla del sistema de salud, mucho se habla del tema pero no mucho sobre que sucederá con los/las damnificados, hay alguna declaración que sería esperanzadora pero esperemos a ver como se resuelve todo, veamos si finalmente las personas damnificadas son atendidas como corresponde en estos casos.
Por algún motivo más de 500 personas (estiman que llegan a 1000) estuvieron abandonadas por el estado durante muchísimo tiempo, digo muchísimo si medimos el tiempo en las posibilidades que se le dio a estos virus para causar daño, pasar a la cronicidad, mutar, dañar, etc.
Cada día, cada mes, que no se atendió a cada una de estas personas, el daño que se les produjo va de poco para algunos, a casos extremos para otros.
Esperamos que se ponga énfasis en que en este "problema" los actores principales son las personas enfermas, a las personas afectadas por esta situación hay que consultarlas, a la hora de buscar soluciones debe de estar su palabra, no pueden ser ellos nuevamente los "ausentes".
Desde hace días se habla en los medios de las responsabilidades políticas o penales, cientos de artículos periodísticos, ministros que renuncian y mucho más, pero se muestra poco la opinión de los/las damnificados, y es eso lo que nos parece más importante en este momento.
El estado debe actuar con responsabilidad, atender en forma prioritaria y urgente las necesidades de las personas damnificadas, buscar responsables, aplicar cambios que permitan total seguridad para los pacientes en el futuro, y ver que esto no haya sucedido con otras patologías.
Hemos trabajado con Hepatitis 2000 en Chile y sabemos que es un pueblo con interés en la solución de estos temas, y eso es muy bueno para este tema que hoy nos ocupa.
Hepatitis 2000 – E.Pérez Pegué
Dejamos a continuación artículos actualizados
Hepatitis C y mal de Chagas
La hepatitis C es una enfermedad contagiosa que se puede contraer a través de las mismas vías que el sida, es decir a través de relaciones sexuales (3% de los casos aprox.), contagio con instrumental médico contaminado y perforaciones en el cuerpo, cuyo tratamiento es casi tan oneroso como el VIH.
El diputado RN Francisco Chahuán, integrante de la Comisión de Salud, advirtió ayer que se han "recibido denuncias respecto de exámenes de hepatitis C y el mal de Chagas que tampoco han sido notificados".
Razón por la cual, agregó, el Minsal debiera extender la medidas adoptadas en el caso del sida a estas otras dos enfermedades.
De hecho, ayer, siete pacientes hemofílicos que se atienden en el Hospital Sótero del Río denunciaron públicamente que se habrían contagiado de hepatitis C mediante transfusiones de sangre realizadas en ese recinto entre 2005 y 2007, sin haber sido notificados oportunamente.
Sin embargo, el director del Servicio de Salud Oriente, doctor Pedro Yáñez, descartó esta posibilidad, debido a los controles periódicos que se realizarían en el recinto.
"En Chile se hace el testeo de sangre desde 1996 para hepatitis C, por lo tanto, tenemos la certeza que ninguna persona se pudo haber contagiado después de esa fecha", afirmó el doctor Yáñez.
Empero, el diagnóstico y tratamiento de la hepatitis C no está codificado en Fonasa, por lo tanto tampoco lo cubren las isapres.
La enfermedad es degenerativa y, en los casos extremos, puede llegar al trasplante de hígado por cirrosis hepática y carcinoma hepatocelular. El tratamiento farmacológico ha demostrado ser capaz de erradicar el virus en aproximadamente el 60% de los pacientes tratados.
De ahí que, a partir del 2005, el Ministerio de Salud haya implementado un plan piloto de tratamiento de la hepatitis C , implementado a través de seis centros hospitalarios públicos de la Región Metropolitana, y que alcanza una cobertura de cien pacientes.
Según la Sociedad de Hepatología de Chile, el virus C es la segunda causa de cirrosis, después del alcohol, y un tratamiento temprano puede revertir las dramáticas cifras
Chile, La Nación, 14 de noviembre de 2008, Leer la nota completa